Dentro del proceso de formación de las tripulaciones de los carros de combate Sherman, que como bien apuntaba ESAU en la entrada anterior, se juntaban desde el momento mismo de empezar el entrenamiento, los ejercicios iban incrementándose en escala desde los más sencillos a los más complicados. Así, cada hombre se entrenaba primero individualmente antes de que toda la tripulación empezara a manejar el carro en maniobras a nivel de sección y luego de compañía.
Tripulación de un Sherman durante el entrenamiento en Camp Cooke, California, en febrero de 1944
Posteriormente, venían las maniobras a más alto nivel, hasta llegar a las divisiones y a los cuerpos de ejército. Norris Perkins, que participó en el gran ejercicio ejecutado en Luisiana en 1941, en el seno de la 2.ª División Acorazada del general Patton, recuerda:
“Nos sorprendió el realismo de los combates simulados, entre unidades de todos los tamaños. Los movimientos, la coordinación, los esfuerzos, los nervios, el ruido, el hambre y el cansancio, hacían que la situación nos pareciera más real. El fuego de la munición de fogueo, de pequeño y gran calibre, apenas podía oírse por encima de los rugidos, los golpes y los ronroneos de los vehículos blindados. En el bosque, grandes camiones militares emitían grabaciones amplificadas con el ruido de los bombardeos, sirenas, cañonazos, disparos de fusil y de ametralladora, el silbido de los obuses de gas y el rumor de los motores de los aviones. Este añadido era tan ruidoso que teníamos que gritar para entendernos. Con el olor a pólvora quemada, escapes de diésel, humo y polvo, no quedaba nada que desear en lo que a realismo se refiere”.
Ya durante la fase de entrenamiento, los cinco hombres que tripulaban el carro eran divididos en dos grupos bien definidos. Conductor y ametrallador, que iban en la caja, tenían como función básica cuidar la mecánica del carro; mientras que los que iban en la torreta: jefe de carro, tirador y cargador, tenían a su cargo el armamento. Esta situación predeterminaba igualmente el camino por el que podía ascender un carrista. En la torre, el cargador se convertía en tirador, y este en jefe de carro. En la caja, el ametrallador podía convertirse en conductor y, a veces, un conductor con mucha experiencia podía llegar a ser jefe de carro, aunque no era lo más habitual.
Centrándonos en la organización dentro del carro de combate Sherman, hay que decir que si bien fue muy similar a la que había dentro de los carros alemanes, y si bien los principios blindados alemanes fueron estudiados con detalle en Washington desde el momento en que se produjo la derrota franco-británica de 1940, parece que fue mera casualidad que las tripulaciones de ambas naciones se distribuyeran del mismo modo. La organización en el interior del Sherman se remontaba al M3 Lee, un carro con siete tripulantes, de los que tres se ubicaban en la torre: tirador y cargador para el cañón de 37 mm, y el jefe de carro, instalado con su ametralladora en una pequeña extensión de la torreta. Cuando desapareció el cañón de caja de 75 mm del Lee, se eliminaron los dos tripulantes que lo servían, y en la torreta, al desaparecer la extensión de la torreta del jefe de carro y su ametralladora, este se convirtió en puro coordinador de las actividades del resto de los hombres.
Un M3, en el que se puede ver la extensión de la torreta con el jefe de carro.
Así, a bordo del Sherman el jefe de carro tenía como misión principal mandar y organizar a sus hombres, supervisando también una tarea tan básica como era el mantenimiento del carro de combate; y durante la lucha, debía encargarse de dirigir a sus hombres como si fuera un “director de orquesta”, a fin de cumplir las órdenes recibidas en cada momento. Para ello, tenía que limitarse a dar instrucciones, lo más claras posible, a sus dos subordinados clave: tirador y conductor, aunque dado que a menudo no tenía tiempo para dar explicaciones detalladas, lo mejor era que estos tuvieran el instinto suficiente, y toda la tripulación la experiencia necesaria, como para actuar adecuadamente en todo momento.
Los alemanes antes de la guerra procuraban entrenar a todos los tripulantes para todos los puestos, luego ya no era posible.
En España hoy día los cargadores se entrenan también como tiradores y estos como cargadores.