Entre el 31 y el 1 de abril, en las arenosas inmensidades de libia, entró en liza una fuerza militar nueva que pronto adquiriría un renombre tan fenomenal como su líder, se trató, por supuesto, del Deutsches Afrika Korps comandado por el General Erwin Rommel.
En dos entradas, queremos trasladarnos a aquellas fechas para presentar un interesantísimo testimonio, el de la 6. Kompanie/Panzer-Regiment 5, que protagonizó este ataque avanzando por la vía Balbia. Es importante hacer notar que esta unidad no fue la única que participó en los combates, pero si tuvo un papel crucial, que es el motivo por el que hemos traducido este testimonio.
“Reforzada por los pelotones de carros medios de la 8.Kompanie, y apoyados por una compañía del Panzer-Jäger Abteilung 605, la 6. Kompanie abandonó su zona de reunión, a 9 kilómetros al oeste de El Agheila, a las 06:00, y avanzó hacia dicha localidad. La columna, bajo el mando del Major Rau, fue dividida en dos grupos, con el 2º y 4º pelotones por la derecha y el 1º y el 3º y los pelotones de carros medios por la izquierda. La columna avanzó siguiendo la vía Balbia con una sección de reconocimiento acorazado en cabeza, seguida por un cañón antiaéreo de 88mm, un pelotón de Pak (t) Sfl de 47mm, la 6. Kompanie y la unidad de cazacarros.
El grupo de la derecha tenía órdenes de efectuar un reconocimiento a través de la Sebcha el Seghira, hacia el sureste. No entró en contacto con el enemigo; y debido a que no había pistas que cruzaran aquel pantano salado, volvió a la vía Balbia por la tarde.
En torno a las 08:00 horas, habiendo abierto fuego cerca del kilómetro 6, la cabeza de la columna atacó a cuatro o cinco carros de combate enemigos que se hallaban en el kilómetro 3 de la vía Balbia. El cañón antiaéreo entró en acción, dispersando al enemigo con sus disparos pero sin alcanzarlo. Los oponentes se retiraron entonces unos 6 kilómetros e hicieron un nuevo ataque, que fue repelido nuevamente.
Hacia medio día la cabeza de la columna progresó hasta llegar a un kilómetro de la posición ocupada por el enemigo al este del cruce entre la vía Balbia y la pista que lleva hacia el suroeste desde Marsa el Brega. La 6. Kompanie tomó posiciones a ambos lados de la carretera con órdenes de asaltar la posición enemiga empleando una potencia de fuego abrumadora. Un pelotón cazacarros que cubría el flanco izquierdo disparó a un carro de combate enemigo, que tras un corto combate estalló en llamas. Tras un largo bombardeo de las posiciones enemigas a cargo de los cañones de los carros de combate, se observó como el oponente se retiraba.
Una sección de Panzer III del 3er Pelotón avanzo en formación de combate, con el pelotón de ingenieros al frente despejando de minas la carretera. Los británicos habían abandonado sus posiciones avanzadas. La 6. Kompanie avanzó de nuevo por la vía y recibió fuego de artillería. La concentración más densa cayó a unos 100m de la curva a la izquierda que se hallaba a 4 kilómetros al sur de Marsa el Brega, evitando que los ingenieros continuaran quitando las minas de la carretera. A unos 2.000m al este se encontró una posición fuertemente fortificada. Aparentemente, era la línea de combate principal del enemigo. Por detrás de esta línea una tropa de cañones, enganchados, cubría la pista que avanzaba hacia el sur a través de un pantano salado, y hacia el norte por una duna de arena infestada de minas, que además se hallaba bajo fuego enemigo. Se observaron carros de combate y vehículos de remolque de cañones a larga distancia. Tras la posición enemiga se observaron numerosos vehículos, incluyendo carros de combate, que cayeron bajo fuego en cuanto estuvieron al alcance. Nuestro éxito vino denunciado por altas columnas de humo negro. Debido a la arena excavada, la zanja anticarro existente en el lugar era claramente visible. Un intento del 1er Pelotón y de los ingenieros por avanzar algo más hizo que se metieran de lleno bajo una concentración de fuego enemigo”.
Estos acontecimientos detuvieron el ataque, y aunque en una próxima entrada narraremos como consiguieron los alemanes romper este punto muertos, adelantaremos, por ahora, que la acción que aquí se narra es un magnífico ejemplo de la teoría de “armas combinadas”.
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Si los alemanes eran unos maestros en organizar agrupaciones de armas combinadas.