La captura del submarino alemán U-505 es uno de esos acontecimientos poco conocidos de la Segunda Guerra Mundial, y solo se conoció una vez finalizada la contienda.
Las razones son obvias. Los estadounidenses se aseguraron de que nadie supiera nada, en especial los alemanes, hasta que hubiera acabado la guerra. Por los dispositivos que se habían obtenido en su interior, era esencial que el enemigo pensara que el submarino se había perdido. Al tiempo de la captura, los aliados estaban empleando a más de cinco mil personas en el intento de descifrado de los códigos alemán y japonés. Los británicos habían conseguido ya su propio submarino y con la ayuda del equipo de Bletchley Park, habían descifrado algunos códigos alemanes.
Antes de ser tomado, el U-505 había hundido 47.000 toneladas de navíos aliados, pero los vientos soplaban ya en contra desde 1943, con el progreso de la lucha antisubmarina, que incluía dispositivos de detección y seguimiento y participación aérea. Los estadounidenses habían desarrollado también para esa época manadas de cazadores de submarinos con unos buques de superficie especialmente diseñados para esa tarea.
Uno de esos grupos de cazadores, el Task Group 22.3, compuesto por un pequeño portaaviones, el USS Guadalcanal (CVE-60), con un pequeño contingente de cazas y torpederos a bordo, y cinco destructores ligeros de escolta. Los pilotos podían escudriñar en amplias zonas del océano, de forma visual, con el radar, o con las nuevas sonoboyas, que se arrojaban al mar y actuaban como escuchas diseminadas sobre cientos de kilómetros cuadrados que detectaban a los submarinos en inmersión.
Cuando un submarino enemigo era detectado, los pilotos marcaban el área y llegaban los destructores a hacer un barrido con cargas de profundidad. Estos destructores ligeros eran mucho más rápidos y maniobrables que los destructores que los precedieron en el Atlántico. Iban armados con cañones, torpedos, cargas de profundidad y bombas «erizo» que estallaban alrededor de un navío en inmersión cuando lo detectaban.
USS Guadalcanal
El comandante del Grupo de Combate 22.3 era el capitán Daniel Gallery, antiguo piloto naval que durante su destino en Islandia sus pilotos habían logrado hundir 6 submarinos. En 1944, logró hundir otros 3 con su flotilla. Hacía tiempo que rondaba por la cabeza del comandante una idea que, aún siendo osada, no dejaba de tener su atractivo: la captura de un U-boot con sus máquinas enigma y sus libros de códigos. Durante unos días de descanso en puerto para reaprovisionamiento en la primavera de 1944, Gallery comenzó a estudiar la manera de hacerse con un sumergible alemán. Nunca se había intentado nada parecido y salvo por la captura inglesa a las puertas de Alejandría no existían ni precedentes ni manuales que abordaran la cuestión.
La Marina estadounidense aprobó la idea de Gallery y dio luz verde para que comenzara a entrenar a sus tripulaciones para un abordaje. Éste fue llamado a Washington al cuartel general de la Décima Flota, el nombre clave que tenía el mando antisubmarino norteamericano, y llevado a la habitación F-21, la más secreta de todas, donde se llevaba a cabo el seguimiento de los submarinos alemanes en el Atlántico.
Gallery supo allí que la F-21 llevaba siguiendo a un submarino alemán en particular por espacio de un mes. Desde que zarpó de la costa francesa hasta llegar al Atlántico sur, donde parecía que se dirigía a África. No sabían mucho de él, solo que parecía una unidad más antigua y que estaría de patrulla unos tres meses. Se trataba, por supuesto del U-505.
El historial del U-505 era ciertamente movido. Durante una patrulla por el Caribe, un avión británico logró colocar una bomba detrás de la torre. Pese a ser un impacto directo mortal de necesidad, la tripulación logró controlar los daños de algún modo y el submarino pudo llegar renqueando a Francia. Allí se afirmó que se trataba del submarino más averiado en llegar a puerto en lo que iba de guerra. En su siguiente patrulla, no hubo hundimientos pero si frecuentes ataques con cargas de profundidad. Una vez hubo acabado el último, y a pesar de haber logrado eludir a sus atacantes, el capitán del submarino se dirigió a su cuarto y se suicidó.
Una vez seleccionada su presa, el Grupo de Combate de Gallery zarpó de Norfolk, Virginia, el 15 de mayo de 1944, en dirección a su zona de patrulla, no muy lejos de las Islas Canarias, donde se hallaba de operaciones el U-505. Cuando la flotilla llegó a la zona comenzó a recibir frecuentes actualizaciones de datos de la habitación F-21 sobre sus movimientos y posible localización. Fueron pasando los días y tras dos semanas de búsqueda incesante la tensión se mascaba en el ambiente y en los navíos empezaba a escasear el combustible.
Había que ir a Casablanca a repostar antes de continuar la búsqueda. En ese tiempo el submarino podría escabullirse, pero Gallery no quería arriesgarse que sus navíos se convirtieran en patos flotantes. Ordenó a todos los aviones que volvieran y se dirigió la costa africana. Había llegado el final del primer round.
Sigue en Planificación y captura del U-505 por el Grupo de Combate 22.3 (2.ª Parte)