Ediciones Salamina acaba de publicar Más allá del deber (A Higher Call), una extraordinaria historia de dos pilotos enemigos que tuvieron un asombroso encuentro al norte de Bremen.
Más allá del deber – Ediciones Salamina
20 de Diciembre de 1943, un bombardero estadounidense B-17 Fortaleza Volante gravemente dañado en una misión de bombardeo sobre Alemania lucha por mantenerse en vuelo, de regreso a Gran Bretaña. A los mandos está el segundo teniente Charlie Brown, de veintiún años. La mitad de su tripulación yace herida o muerta en su primera misión.
De pronto aparece un caza Messerschmitt Bf 109 y se sitúa a la cola del bombardero. Brown sabe que ha llegado su hora, el caza asestará una ráfaga de gracia al renqueante e indefenso bombardero y acabará con él y con el resto de su joven tripulación. Lo que pasó a continuación desafía la imaginación y se denominaría más tarde «el más increíble encuentro entre enemigos de la II Guerra Mundial».
Tras la llegada de la tripulación a Inglaterra, la inteligencia de la Octava Fuerza Aérea de los Estados Unidos clasificaría el suceso como «Alto Secreto». No se hablaría del tema ni se conocería el caso hasta casi 50 años más tarde. El gobierno de Estados Unidos revisaría finalmente el expediente y concedió las condecoraciones que un día merecerieron los miembros de aquella tripulación, que la convirtió de un plumazo en una de las más condecoradas de la Segunda Guerra Mundial.
El piloto alemán, Franz Stigler, tuvo una trayectoria impresionante en la guerra. El libro le dedica más de 15 capítulos. Un veterano con 487 misiones de combate y 28 derribos reconocidos, aunque en realidad la cifra es mucho mayor. Inició su carrera en la JG 27 en el desierto, donde voló con pilotos tal célebres como Marseille, Neuwmann, Roedel o Schroer.
Posteriormente actuaría desde las bases de Sicilia, donde tuvo la oportunidad de conocer a Adolf Galland, con el que mantendría una gran amistad hasta la muerte de este último en 1996. Tras la invasión de Sicilia pasó a la defensa del Reich y posteriormente fue un Experten en la cébre ala de caza JV 44 de Adolf Galland en la que voló los Me 262.
Stigler nunca mencionó su encuentro con el bombardero por temor a enfrentarse a un pelotón de fusilamiento. Cuando se enteró Galland, en 1990, con el que hablaba por teléfono una vez a la semana, éste le dijo a Stigler, «Tenías que ser tú».
El episodio perseguiría tanto a Charlie como a Franz durante cuarenta años hasta que, ya ancianos, acabarían encontrándose en 1990, una última misión que cambiaría sus vidas para siempre. Adam Makos conoció la historia a través de Charlie Brown, que le dijo que fuese a conocer a Stigler, que vivía en Canadá y que le contase la historia. Adam Makos se dio cuenta al instante de lo increíble de la historia y tras pasar 8 años entrevistando a Charlie Brown, Franz Stigler y a otros muchos veteranos compuso esta obra emocionante y trufada de anécdotas, tácticas y detalles que harán las delicias del lector. La historia es tan potente que hay un proyecto de Hollywood para rodar en una película.
En España se han han hecho eco de ella autores consagrados como Arturo Pérez Reverte, que le dedica una de sus Patentes de Corso: Una historia de Hombres Decentes
Charlie Brown pudo llevar su avión hasta Inglaterra. Y allí le prohibieron dar publicidad a un incidente que revelaba la humanidad de un enemigo que volaba con la esvástica nazi pintada en el timón de cola. Tardó mucho tiempo en hablar de ello, pero al fin empezó a investigar. Habrían de pasar 40 años hasta que Brown diese con el hombre que salvó su vida y la de sus compañeros. Tras muchas pesquisas, recibió al fin una carta desde Canadá con un breve texto:«Yo era él». Se encontraron, fueron amigos el resto de su vida y murieron ancianos, como si el Destino los tuviera vinculados desde aquel día lejano, en 2008, con sólo unos meses de diferencia. En ambas esquelas mortuorias, Stigler y Brown fueron mencionados como «hermano especial» del otro.
y especialistas como Jacinto Antón, que publicó un artículo en El País: La bonita historia del caza y el bombardero
Cuando me preguntan cuál es mi historia favorita de la Segunda Guerra Mundial, lo que no sucede tan a menudo como desearía, no tengo dudas. Al menos desde que descubrí, gracias a Arturo Pérez Reverte (quién sino cuando se trata de amistad, honor y redaños), una absolutamente imbatible. La del piloto de caza alemán que, un día de Navidades, decidió no derribar al bombardero estadounidense que tenía indefenso a su merced e incluso lo ayudó a volver a casa. Una historia tan buena que parece que no pueda ser verdad, pero lo es.
La bonita historia del caza Messerschmitt Bf-109 G y el bombardero B-17 la cuenta un libro que es además de los mejores (si no el mejor) que he leído sobre la aviación de la Segunda Guerra Mundial…
El libro incluye un desplegable con láminas a color de las pinturas más célebres que se han hecho del encuentro y contiene además las fotografías inéditas del album personal de Franz Stigler. Un libro que merece realmente la pena.