Es de sobra conocido que al inolvidable George Smith Patton se le conoció con el sobrenombre de “old blood and guts” [lo que se traduce como “el viejo sangre y agallas”]. El origen de esta denominación suele buscarse, de modo bastante general, en su comportamiento en combate, su empuje, su insistencia en la ofensiva constante y en su florido lenguaje; no obstante, hay dos posibilidades mucho más concretas con respecto al origen de este mote.
La primera cuenta como, mientras entrenaba y preparaba la que sería la 2ª División Blindada del Ejército Estadounidense, solía impartir largas conferencias a los jóvenes oficiales que acudían a la escuela de formación divisionaria en las que, entre otras descriptivas frases, solía indicarles que cuando entraran en combate los más probable era que se encontraran “metidos hasta el cuello en sangre y agallas”. Así, parece ser que una noche, en los acuartelamientos de oficiales solteros, un teniente observó, al mirar su reloj, que “era casi la hora de ir a escuchar al viejo sangre y agallas”; comentario que fue recibido con muchas risas, dando sí nacimiento al sobrenombre.
La otra versión sobre el origen de esta denominación, perfectamente compatible con la anterior, dicho sea de paso, cuenta que con ocasión de una charla que dio a los componentes de la división Patton indicó que, en combate, una formación acorazada debía tener “blood and brains” [“sangre y cerebro”]. Las afirmaciones de Patton solían causar cierto revuelo, sobre todo en cierto sector de la prensa, que lo acusaba sistemáticamente de tener un ego excesivo y poco aprecio por las vidas de sus soldados; pero en este caso se equivocaron, y en vez de “sangre y cerebro” publicaron “blood and guts” [“sangre y agallas”, aunque hay que indicar que la palabra inglesa “guts” puede traducirse también como “intestinos”, lo que remarcaba este escaso aprecio por el físico de sus soldados].
Dicho esto, no se sabe de nadie que se atreviera a utilizar el apelativo estando el presente. En su división solían llamarlo “old man” [“el viejo”] un título militar habitual y mucho más reverente; y en los círculos militares, con cierta sorna, lo llamaban el “Green Hornet” [el “avispón verde”, como el personaje de comic].
El origen de este segundo apelativo se originó cuando Patton intentó diseñar un uniforme específico para los carristas que les permitiera entrar y salir de sus vehículos a toda velocidad, lo que debía resultarles extremadamente útil tanto en caso de ataque repentino como en caso de ser necesario evacuar un vehículo tocado. Lo malo es que el resultado fue un tanto cómico, pues cuando decidió darlo a conocer y se presentó ante la prensa vestido con él, parecía, más que cualquier otra cosa, un botones. Cuenta la anécdota que en una ocasión un grupo de oficiales de alto rango se desplazó desde Washington para observar las maniobras de la 2ª División Acorazada, sin embargo, cuando un oficial del Estado Mayor de Patton trató de explicarles lo que estaban viendo uno de ellos contestó: “No, no se preocupe por eso. Solo hemos venido a echarle un vistazo al uniforme de Georgie”.
El uniforme acabó cayendo en el olvido, pero no el mote.
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