Hoy acudiremos al magnífico libro de Esteban Pérez, Los Raids de la Décima Flotilla MAS para conocer los minisubmarinos italianos CB , de los que algunas unidades fueron enviadas a operar al mar Negro con bastante éxito.
Surgidos como una evolución de la aún más pequeña clase CA, los minisubmarinos CB fueron navíos diseñados para la defensa cercana de puertos o para realizar emboscadas en estrechos y otros pasos obligatorios de rutas, como en las aguas cercanas a los cabos.
Sus características eran: 36 toneladas de desplazamiento (45 en inmersión); 15 m de eslora; 3 m de manga; 2,10 de calado; 55 m de profundidad máxima operativa; motor diesel de 90 hp para navegación superficial; motor eléctrico de 100 hp para navegación sumergida; 7,5 nudos de velocidad máxima en superficie (7 en inmersión); 1.400 millas de autonomía en superficie (a 5 nudos); 50 millas de autonomía en inmersión (a 3 nudos); un oficial y tres marineros de tripulación y 2 torpedos de 450 mm almacenados en tubos externos no estancos.
Excepto baño, cocina y almacén de alimentos, los CB contaban con todos los sistemas de los submarinos de mayor tamaño, incluyendo radio, periscopio y hasta un camastro compartido por los cuatro tripulantes. Su pequeñísima silueta en emersión era muy difícil de detectar durante las noches, característica que fue muy útil para atacar sumergibles soviéticos en el Mar Negro.
Estos submarinos fueron diseñados y construidos no por un astillero naval, sino por una compañía aeronáutica, la Caproni, cuya pericia permitió crear un sumergible cien por cien operativo en un casco compacto, algo no muy agradable para sus tripulantes que debían moverse a gachas dentro de sus dos compartimientos.
El navío, diseñado por el mayor ingeniero naval militar Francesco Spinelli y el ingeniero de la Caproni Vittorio Goeta, tenía un casco resistente muy pequeño, equivalente a un tercio de la estructura total. Muchos sistemas fueron instalados entre el casco resistente y el casco exterior para ahorrar espacio y facilitar el ensamblaje.
Los tubos lanzatorpedos fueron colocados al exterior, una idea que simplificó el diseño pero complicó los ataques ya que los proyectiles, al estar mucho tiempo expuestos a los elementos, tendían a fallar al ser disparados. Las buenas dotes marineras mostradas por los primeros CB durante las pruebas realizadas a partir de enero de 1941 indujeron a la Regia Marina a ordenar la fabricación de 72 unidades para distribuirlas a lo largo de la costa italiana en escuadrillas de 6 submarinos cada una. Las restricciones de la guerra solo permitieron a la Caproni entregar 22.
Los doce primeros fueron consignados a la Regia Marina, que tras la firma del Armisticio del 8 de septiembre de 1943 se convirtió en la Marina Militare. Los diez siguientes fueron puestos a disposición de la Reppublica Sociale Italiana —la fracción de Italia leal a Alemania— que los desplegó al norte del Adriático para la defensa de Venecia y Trieste.
La Marina Militare puso a disposición de los Aliados sus submarinos CB, pero fueron desdeñados por los anglonorteamericanos debido a la necesidad de remolcarlos para ser desplegados en las zonas de ataque. A partir de ese momento hasta el final de su vida operativa fueron usados como naves para prácticas en el Golfo de Tarento.
Seis de estos sumergibles fueron transferidos —por solicitud de la Kriegsmarine— al Mar Negro donde tuvieron una notable participación en el bloqueo de Sebastopol, hundiendo tres submarinos soviéticos. Los aparatos supervivientes fueron rescatados por la URSS que los asignó a sus ingenieros para estudiarlos y experimentar con ellos.
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