No obstante, a pesar de haber sido inicialmente contenidas en sus cabezas de puente, las tropas de Rommel, reforzadas con elementos de la 5. Panzerdivision, consiguieron finalmente progresar hacia el este. De todas, la penetración más importante fue la que logró el grupo de combate dirigido por el Oberst Rothemburg, que partiendo de las líneas propias en torno a las 18:00, alcanzó primero Fournes, y luego, siguiendo órdenes directas de Rommel, siguió progresando hasta alcanzar la cresta de Lomme en torno a la 01:30 del día 28. Allí se estableció formando un erizo desde el que se controlaba la salida oeste de Lille, por la carretera de Armentieres.
Pero si, como acabamos de narrar, los alemanes habían conseguido durante la jornada penetrar por el sector al noroeste del río Deule, al sureste, donde solo contaron con unidades de infantería, la situación resultó bien distinta. Según el diario del Capitán Raoul de Lambert (citado por Yves Buffetaut), que formaba parto del Estado Mayor de la 2ª División Nord-Africana “En la jornada del 27 el contacto se hace cada vez más estrecho; el enemigo nos presiona sin descanso y los tres regimientos de infantería, así como, de hecho, las divisiones vecinas, lanzas SOS desesperados. Solo el General Dame permanece impasible. Al igual que todo el mundo, ve el peligro, incluso tal vez lo siente más que los demás, pero comprende la necesidad de sostener a aquellos cuya energía mengua, o que están a punto de ceder… parece querer forzar el destino. Y efectivamente, unidades que sin palabras de ánimo sin duda habrían abandonado, mantendrán la línea más o menos intacta, infligiendo bajas severas al enemigo, capturando incluso algunos prisioneros, principalmente en torno a Carvin y Phalenpin”. Al atardecer el enemigo habrá sido contenido, y los puentes sobre el canal del río Deule siguen en manos francesas.
Sin embargo, por muy exitosa que resultara esta resistencia, lo innegable es que el ataque alemán había sorprendido al 1er Ejército francés ejecutando una de las maniobras más delicadas de todas las que conforman el arte operacional: la retirada. Ya hemos visto que esta fuerza debía abandonar la región de Lille durante dos noches consecutivas; pero resultó que el ataque alemán cayó justo entre ambas, y solo parte del 3er Cuerpo de Ejército consiguió cruzar el río Deule, por el puente de Loos, durante la noche del 27 al 28, antes de que la fuerza del Oberst Rothemburg se posicionara en Lomme. El resto de las unidades de este cuerpo iban a tener que batallar durante toda la jornada del 28, con el fin de zafarse de la bolsa que se está formando, y no siempre con éxito.
Los que no iban a tener ninguna oportunidad fueron los otros dos cuerpos de ejército, el 4º y el 5º. En el siguiente testimonio, del Capitaine Proudhom (l´Encerclement et le Siege de Lille), podemos apreciar el caos reinante: “Las columnas orientadas sur-norte pronto se topan con las de la 2ª División Nord-Africana, que avanzan de este a oeste, que trata, sin encontrarlo, de alcanzar un paso en Bac-a-Wavrin. El conjunto no tarde en avanzar hacia el norte, rompiendo en pedazos las unidades de la 4ª División de Infantería, que acaba de encontrarse, en Ancoisne, con un puente destruido. La 15º División Motorizada cruza el puente de Haubourdin durante las últimas horas del 27. Su columna de artillería, en cabeza, es atacada a la salida de Englos por blindados enemigos, que destruyen parte del 1er Regimiento de Artillería. Una batería de 75, desplegada rápidamente, abre fuego, rechazando a los blindados. El General Juin hace que el 4º Regimiento de Infantería retenga Haubourdin, y para evitar que las unidades de la 15ª División Motorizada se desorganicen, las reagrupa, fuera de las carreteras, sobre la meseta al oeste de Emmerin”.
Viene de La Batalla de la Bolsa de Lille. (I)
Sigue en La Batalla de la Bolsa de Lille (III)
Seguirá continuando…