Adolf Galland está considerado por muchos como el más grande Experten de todos. Su marca de 104 victorias no era excepcional para los estándares de la Jagdwaffe, incluso aunque las consiguiera todas contra aliados occidentales y en su mayor parte antes de noviembre de 1941, año que trataremos.
Fue una de las grandes personalidades de la Luftwaffe. De natural simpático, le gustaban los placeres de la vida, y volaba el único Bf-109F que tenía instalado un encendedor de puros. Por debajo de la cabina estaba pintado su emblema: Un Mickey Mouse blandiendo un hacha y un revolver. Su visión del combate de caza era:
Su elemento es atacar, perseguir, cazar y destruir al enemigo. Solo de esta forma puede el entusiasta y hábil piloto de caza desplegar sus capacidades. Constríñelo a una tarea limitada, róbale la iniciativa y le arrebatarás la mejor y más valiosa cualidad que posee: el espíritu agresivo, el entusiasmo por la acción, y la pasión del cazador.
A comienzos de año su marca estaba en 58 victorias. Durante meses hubo pocas oportunidades, y solo pudo añadir 9 derribos más hasta medidados de junio, tres de ellos el 15 de abril, cuando con una de sus típicas bravatas, hizo un vuelo no programado sobre la costa británica con una caja de champan y una cesta de langostas guardadas en el fuselaje. El 21 de junio, Galland dirigió una escuadrilla del JG 26 a interceptar un Circus cerca de Arques, en el paso de Calais:
Desde una altura superior piqué a través de la escolta de cazas hacia la fuerza de bombarderos principal. Ataqué a corta distancia al avión que volaba más bajo de la fila que volaba más retrasada. El Blenheim se incendió inmediatamente. Parte de la tripulación logró saltar del aparato. Mientras tanto, mi unidad seguía enzarzada con los Spitfires y los Hurricanes. Mi punto y yo eéramos los únicos alemanes atacando a los bombarderos en ese momento. Comencé mi segundo ataque de inmediato. Otra vez me las arreglé para picar a través de los cazas. Esta vez fue el turno de un Blenheim de la hilera de vanguardia de la formación. Llamas y humo negro comenzaron a salir de su motor de estribor.
Es precisamente lo que no se dice en este relato lo que lo hace interesante. No solo logró hacer el primer ataque sin interferencia de los cazas de escolta, sino que aparentemente Galland fue capaz de distanciarse de la concentración de aviones para ganar altitud y repetir el ataque cuatro minutos más tarde, lo que es un gran lapso de tiempo en un combate aéreo.
Parece probable que tras su primer ataque, Galland rompiera el contacto en un picado pronunciado a gran velocidad para distanciarse antes de volver a ascender y ponerse en posición de ataque. Para este momneto Galland había perdido el factor sorpresa y los Spitfires lo estaban esperando. aunque tuvo éxito en su segundo ataque, su Bf-109 fue alcanzado de tal forma que Galland se vio obligado a aterrizar de panza. El avión de Hegenauer, su punto, fue gravemente alcanzado y éste tuvo que saltar.
Como si no hubiera habido ya suficiente emoción ese día, Galland despegó en solitario (Hegenauer todavía no había llegado) esa misma tarde y se dirigió contra otro Circus en el que derribó a un Spitfire. Era su 70 victoria. Sin embargo, momentos después fue alcanzado desde atrás por otro Spitfire y su avión se incendió. Levemente herido, logró saltar, alejándose del avión en llamas.
Siendo generalmente un devoto de los vertiginosos ataques desde una altitud ventajosa, Galland podía ser más sutil en algunas ocasiones. Cuando era posible ocultarse en las nubes, se acercaba al Circus como si tuviera todas las de la ley para estar volando en semejante posición. En un cielo lleno de aviones, cuatro Me-109 podían ser fácilmente confundidos con aviones propios, especialmente si no hacían movimientos hostiles. El 13 de noviembre de 1941, Galland voló con Peter Göring, sobrino del Mariscal del Reich, contra:
una formación de bombarderos Blenheim fuertemente protegidos por una escolta de cazas. En nuestro ascenso pasamos cerca de este diabólico «tren de mercancías». Estábamos adelantando a los cazas británicos a izquierda y derecha. Fue tan increiblemente descarado que funcionó.
Esta aproximación aparentemente inocua era el equivalente en combate aéreo a pasear despreocupadamente silbando con las manos metidas en los bolsillos. Incluso ascendiendo, los dos Me-109 fueron capaces de adelantar a los cazas porque estos estaban desacelerando para mantenerse en la estela de los bombarderos. Sin embargo en esta ocasión todo acabó saliendo mal. Cuando Peter Göring abrió fuego fue derribado y muerto por el ametrallador de la torreta del Blenheim. Entre junio y noviembre de 1941, fecha en que fue apartado de las operaciones, Adolf Galland incrementó su marca en 27, alcanzando un total de 94 victorias.
Como general der Jagdflieger hizo salidas operativas esporádicas para analizar la situación en los cielos de primera mano, y en enero de 1945, cuando fue relevado del mando, formó la unidad de cazas a reacción JV 44. En total voló 705 misiones, fue derribado cuatro veces y obutvo un total de 104 victorias, todas conseguidas contra los aliados occidentales, de las que 7 fueron a bordo de los Me-262.
Viene de La aparición de los Experten (III) – El Oeste 1941-43
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Otro accesorio que Galland solía llevar en su «Emil», era un pequeño telescopio adosado en el parabrisas de la carlinga, que le permitía distinguir a un avión amigo ó enemigo a mayor distancia. Se puede ver aquí:
http://www.zweiterweltkrieg.org/phpBB2/viewtopic.php?f=34&t=6267
Saludos
Muy interesante Gluntz. Magníficas láminas.
saludos