En la Unión Soviética, la primera luz del 25 de agosto vio como los alemanes estaban ya muy cerca de Leningrado, había terminado la batalla por Smolensko, donde el Ejército Rojo estaba contraatacando, y se asomaban a la orilla del Dniéper. En Irán, con la primera luz del 25 de agosto la patrullera HMS Shoreham abrió fuego contra la nave del mismo tipo Palang, de la marina del sah, que no tardó en estallar y hundirse. Poco después el buque británico atacó al Babr.
Los objetivos del ala sur de la invasión británica de Persia eran los campos de petróleo del Juzestán y la expulsión de las fuerzas enemigas concentradas cerca del golfo Pérsico. Para ello, la 24.ª Brigada india embarcó en una colección de embarcaciones de todo tipo para ir a desembarcar en Abadán y en Bandar Shapur, mientras la 18.ª Brigada india atacaba Joramsahrr y la 25.ª se dirigía al fuerte de Qasr Shaik.
De todos estos destinos, el más importante fue, sin duda, Abadán. Controlar las fuentes de petróleo había sido uno de los objetivos geoestratégicos de la operación, y en aquel lugar se hallaba la refinería más importante del país. De la misma, Alan Moorehead escribió que parecía el skyline de Nueva York. Hacia ella se encaminaron, más concretamente, dos batallones de la brigada indicada: el Rajputana Rifles y el 1.º Kumaon Rifles, que llegaron hasta su destino descendiendo el Shat al-Arab en diversas naves y lanchas, incluidas varias barcazas de la RAF, antes de iniciar un asalto sorpresa que barrió a los defensores de la orilla. Los combates más duros tuvieron lugar en la ciudad y en las instalaciones residenciales de la Anglo-Iranian Oil Company, algunos de cuyos empleados fueron muertos por “fuego amigo”. Una vez asegurada la refinería, las tropas montaron un perímetro para defenderla. Misión cumplida.
En Bandar Shapur el HMS Kanimbla desembarcó dos compañías del Baluch Regiment. En poco tiempo, las instalaciones petrolíferas también habían sido conquistadas, pero en aquel lugar el premio gordo, y el peligro grave, lo representaban los once mercantes (ocho alemanes y tres italianos) del eje que habían sido internados en el puerto iraní. Dada la escasez de navíos mercantes que sufría el Reino Unido a causa de la guerra submarina, y teniendo en cuenta el peligro que suponía que sus tripulaciones hundieran los buques en medio del río y lo bloquearan, se organizaron partidas de asalto destinadas a tomar los buques. Finalmente todos serían conquistados, aunque algunos tras haber sido considerablemente dañados por sus tripulaciones.
Para conquistar la base naval de Joramsahrr, los británicos emplearon dos batallones de gurkhas y uno del Mahratta Light Infantry, así como un escuadrón del Guides Cavalry Regiment y una batería de artillería de campaña. Más al norte, la región de Qasr Shaik fue conquistada por el 3/10 Baluch Regiment, batallones de tropas Mahratta y Sij, y caballería del 13.º Lancers. Más allá de la frontera, en Haftkel, a unos 65 km, los campos petrolíferos fueron asegurados por medio de un asalto aerotransportado protagonizado por una compañía del 3/10 transportado en los Valentia del 3º.er Escuadrón. Premio doble, allí se encontraban los civiles que habían sido evacuados de Masjed Solimán, más al norte.
Al final de la jornada, casi todos los sectores informaron de que habían tenido éxito a la hora de asegurar sus objetivos, aunque no se informaba de que hubiera, todavía, tropas británicas en Joramsahrr. Entretanto, en Teherán, el sah había ordenado al general Azizulah Zarghami, jefe de Estado Mayor del Ejército, que desplegara la Guarnición Central para defender la capital, desentendiéndose por completo de los sectores atacadas. Con respecto a Juzestán, las tropas allí presentes recibieron la orden de defenderse a toda costa, pero ningún refuerzo.