En las remotas regiones nevadas del lejano oriente asiático soviético había hombres curtidos que se hicieron célebres por su destreza y puntería con las armas.
Uno de estos hombres era un cazador llamado Fyodor, nacido en 1908 en un área remota de Yakutia. Abandonó la granja colectiva con su hermano menor Vasily, llevándoles casi una semana llegar a la estación de ferrocarril más cercana. Se alistaron en septiembre de 1941 y fueron destinados al 234º Regimiento de Fusileros. Tan pronto como llegaron a Moscú fueron bajados de los trenes y enviados directamente al frente.
Unos días después de que ambos hermanos entraran en combate, el hermano de Fyodor fue abatido por la bala de un francotirador alemán, muriendo en el acto. Jurando venganza, Fyodor se hizo con un fusil de tirador. Como cazador experimentado antes de la guerra no necesitaba ningún entrenamiento. Para el 14 de marzo de 1943 había conseguido ya una marca personal de 147 víctimas.
Fyodor, que había ascendido a sargento, era llamado a menudo para eliminar a francotiradores alemanes, una tarea de lo más peligrosa. Era algo así como un juego de ajedrez con fichas humanas. Se requería paciencia, astucia, reflejos rápidos y nervios de acero. El perdedor era recompensado con una bala y una muerte instantánea. El francotirador de Yakutia salía vencedor en cada una de las ocasiones.
En la úlitma semana de octubre de 1943 logró abatir a 27 alemanes. El 13 de enero de 1944 su marca total había alcanzado las 309 víctimas. A medida que iba incrementando su éxito su nombre salía con más frecuencia en los periódicos. Con su desarrollado instinto de cazador, Ohlopkov era la persona idónea para entrenar a jóvenes tiradores, y a menudo se llevaba con él a uno de ellos para enseñarle el arte de matar desde lejos.
Prevenía a sus aprendices para que adoptaran sus propias técnicas, desaconsejando la imitación de las de otros tiradores. Les advertía que debían dominar las técnicas de camuflaje, y que nunca debían internarse en un área a menos que conocieran el terreno y tuvieran un plan de escape.
El 23 de junio de 1944 Fyodor participó en el ataque a Vitebsk. Recibió una herida en el pecho de la que estuvo a punto de morir. Se trataba de la duodécima herida que recibía en la guerra y, por su gravedad, la última. Tardó meses en recuperarse en un hospital y fue desmovilizado al finalizar la guerra.
El expediente de guerra oficial del sargento Fyodor Ohlopkov lo acredita con 429 víctimas. Además, curiosamente, era también un experto tirador con armas automáticas, y su jefe de unidad lo mandaba de vez en cuando solo con un ametralladora para repeler ataques enemigos. Segaba a los soldados enemigos como un granjero siega el trigo con una guadaña. No sería descabellado hablar de una cifra total de víctimas de Ohlopkov que superara el millar.
A pesar de ser uno de los francotiradores más laureados del Ejército Rojo, el más alto honor lo estuvo eludiendo durante algunas décadas. Finalmente, el 6 de mayo de 1965 las autoridades soviéticas corrigieron este olvido condecorándolo con el título de Héroe de la Unión Soviética. Murió el 28 de mayo de 1968.
ummmmmm eso de francotirador contra francotirador me chirría. Yo siempre he leído que a los francotiradores se los neutraliza descubriendo donde están y entonces pegandoles con el pepino más gordo disponible.
Esa técnica no siempre es viable
En Bosnia la buena parte de los francotiradores fueron cazados por otros francotiradores o por equipos de asalto
En menor medida por fuego indirecto
Me gustaría que hicieran algún artículo sobre los aproximadamente 124000 soldados sovieticos que fueron ejecutados por los tribunales del ejército soviético en el transcurso de guerra. Es un tema bastante peliagudo que en la propia historia rusa. Otro tema seria los aproximadamente. 20.000 soldados norteamericano s que se hallaban en campos de concentración alemanes y que fueron liberados por los sovieticos y que stalin se.olvidó de entregar a los aliados y que se perdieron en el gulag
Los temas que propones no están bien definidos. Escribe por favor con mas claridad.