Cruz Victoria – Alfred Sephton

El mar Mediterráneo fue escena de numerosas batallas y combates durante la Segunda Guerra Mundial. Una de esas acciones fue el combate que libró Sephton hasta la muerte.

Sephton

Todo comenzó mientras el 18 de mayo de 1941 el capitán Wanklyn sacaba gentilmente su submarino Upholder de las aguas del Gran Puerto de Malta en direccón a Sicilia, donde también ganaría una VC. En esos mismos momentos se desencadenaba una enorme batalla sobre la isla de Creta. La invasión alemana estaba en marcha.

En la isla de Malta surgió de repente un frenesí. Empezaban a llegar las primeras noticias. El barco hospital británico ABA envió de inmediato un desesperado SOS por radio. Sin esperar más acontecimientos, los cruceros HMS Coventry y HMS Phoebe zarparon a toda máquina poniendo rumbo a la posición exacta de las demandas de ayuda.

Buque hospital ABA

Por el camino, bombarderos en picado alemanes aparecieron de ninguna parte, de igual manera que hicieran en 1940 con el HMS Foylebank, que antes de recibir 22 bombas, logró derribar dos aviones. También en aquella acción se ganó una VC.

La artillería antiaérea de los crueros entró rápidamente en acción. Hubo un intercambio de ráfagas y bombas a través de densas nubes de humo negro. Arriba en una de las torres de dirección de tiro del Coventry se hallaba el contramaestre Sephton, manteniendo el fuego del crucero sobre los blancos.

Los marineros británicos solo tenían pensamientos para el ABA. Los alemanes habían atacado un buque hospital. Ya no se respetaba nada. Sephton sabía que tenían que deshacerse de aquellos aviones si querían llegar al lugar del naufragio. Era consciente de que desempeñaba un papel vital, y que los cruceros dependían en gran parte de su pericia para seguir navegando. Estaba resuelto a derribar aquellos aparatos.

De repente hubo un gran estallido y al torre quedó completamente destruida. Dos proyectiles impactaron en el cuerpo de Sephton. Uno lo traspasó e hirió a un marinero que tenía a su lado. Pese a todo continuó en su puesto, dirigiendo el tiro con la cara cada vez más pálida y una gran hemorragia que teñía de de rojo su uniforme.

En ningún momento hizo ademán de retirarse. Se fue sumiendo en un estado somnoliento, de discreta agonía, aferrado a sus instrumentos, dando instrucciones y fijando blancos hasta que hubo termiando el ataque. Solo entonces pudieron bajarlo a la enfermería, donde moriría de sus heridas al día siguiente, 19 de mayo de 1941.

Viene de Cruz Victoria – Leslie Manser

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