Veremos hoy el caso del joven Möller, que con 24 años había ascendido desde cabo a mayor, recibiendo el mando de un batallón y convirtiéndose en uno de los jefes más jóvenes del Ejército Alemán, y más condecorados. Acabaría su carrera en el Bundeswehr.
Hasta cierto extremo, el cuerpo alemán de oficiales experimentó una revolución en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Al contrario que durante siglos de tradición, algunas normas no escritas se rompieron. Cada vez más responsabilidad fue puesta en jóvenes oficiales. Durante siglos y hasta la Primera Guerra Mundial, elmando de un regimiento estaba reservado a un coronel, o posiblemente a un teniente coronel. En 1940 y 1941, oficiales con la graduación de mayor fueron puestos en posiciones de responsabilidad, aunque su posición fuera «provisional». Para 1942, era batante común observar este tipo de fenómeno, en parte debido al sentido de responsabilidad y al excelente adiestramiento, y en parte por la gran cantidad de bajas que iba sufriendo el cuerpo de oficiales.
Esto significaba que un batallón podría estar a menudo al mando de un capitán, e incluso alguna vez por un teniente durante alguna situación crítica, hasta que podía hacerse cargo un oficial de mayor graduación. Un aspecto totalmente nuevo para la tradición alemana era la utilización de suboficiales como jefes de sección o incluso como jefes provisionales de compañías en algunas ocasiones.
Werner Möller, nacido en 1919, ascendió desde cabo a mayor. Al final, acabó mandando un batallón. Con 24 años, era uno de los oficiales más jóvenes del ejército alemán con esta responsabilidad. Ingresó en el ejército en 1938 y sirivió en el 33 Regimiento de Infantería. En 1939, fue transferido al 1 Batallón Kradschützen de la 1 División Panzer. Equipados con motocicletas con sidecar, la «infantería rápida» entraba en combate con armas de tiro rápido tales como la MG 34 montada en el sidecar.
Durante la campaña polaca, el batallón se valió de la red de carreteras para llevar a cabo tareas de reconocimiento, aunque también fueron utilizados cuando el terreno no era apto para el uso de carros de combate o vehículos acorazados.
Möller en uniforme de tropas panzer, quizá de su época de destino en la Inspección General de Fuerzas Blindadas
Los carros de combate de la 1 División Panzer entraron en la capital Varsovia y siguieron hacia Liswarta, Tomaszow y la cabeza de puente de Gora. Möller mandaba una escuadra de infantería en motocicletas en el sector de Kiernozia y también tomó parte en la capitulación de la capital. Por su bravura y sus cualidades de mando, se le dio a Möller la oportunidad de participar en un concurso para la selección de candidatos a oficial, que aprobó. En 1940, recibió la formación de oficial en la Escuela de Infnatería. El 1 de abril de 1940 recibió su despacho de teniente, pero se perdió la Campaña de Francia.
En enero de 1941 fue destinado a la 2ª Compañía del 34 Batallón Kradschützen de la 4 División Panzer, donde recibió el mando de una sección. En la campaña contra la Unión Soviética, los carros de combate de la división, que formaba parte del 2 Grupo Panzer se internaron en territorio ruso por Brest-Litovsk a gran velocidad en dirección al río Desna, pasando por Brobruisk, Mogilev y Roslavl. Los combates eran diarios y las bajas sorprendentemente altas. Una vez en el Desna, los carros de combate de la 4 División Panzer formaron una cabeza de puente junto con la 3 División Panzer. Desde allí avanzaron y lograron cerrar una gigantesca bolsa alrededor de Kiev atrapando numerosos ejércitos soviéticos.
Por entonces, Möller curtido ya como oficial, había obtenido la Cruz de Hierro de 2ª Clase. Fue herido por primera vez en Tula, continuando con sus fuerzas motorizadas en el avance hacia Moscú. El 2 Ejército Panzer comenzó a tropezarse cinturón defensivo tras cinturón defensivo hasta que la llegada del invierno lo agotó por completo fijándolo al terreno. La 4 División Panzer perdió gran parte de su material blindado pero logró escapar del intento de cerco de un cuerpo de ejército soviético. Por su desempeño durante estos combates, el segundo teniente Möller recibió la Cruz de Hierro de 1ª Clase.
Tras recibir nuevo equipamiento, la división fue devuelta a la lucha en las afueras de Moscú. En los meses que siguieron, sus formaciones ayudaron de manera decisiva en la defensa contra las contraofensivas soviéticas y en la estabilización del frente en el saliente de Rshew-Wjasma. Como un baluarte del 9 Ejército, los carristas, la infnatería motorizada, los artilleros, los elementos cazacarros, los zapadores de combate y la infantería de motocicletas de la división rechazaron a las fuerzas blindadas soviéticas una y otra vez.
Captura sacada de una película de noticiario de la entrega de pasadores de combate a corta distancia en oro en Ulm
Möller fue herido dos veces durante esta serie de combates y ascendido a teniente el 1 de abril de 1942. Ese mismo mes, recibió el mando de la 5ª Compañía del 34 Batallón Kradschützen. El oficial de 23 años se había convertido en un gran líder que destacaba sobremanera en su propia iniciativa en los combates. Sus jefes de sección, suboficiales y soldados, a menudo mayores que él, lo apreciaban y respetaban.
Tras meses de duros combates en el área de Kursk, la división tuvo que ser retirada del frente para su reconstitución. El batallón de motocicletas fue reorganizado y fusionado con el batallón de reconocimiento de la división. Möller se convirtió en el jefe de la 1 Compañía del 4 Batallón de Reconocimiento Panzer, equipada con semiorugas ligeros Sd.Kfz 259, convirtiéndose en los «ojos y las orejas» del comandante en jefe de la división. Por su desempeño en las batallas del área de Rshew-Viasma, el teniente Möller fue condecorado con la Cruz Alemana en Oro.
Los siguientes tres meses fueron empleados en operaciones de seguridad y lucha contra los partisanos en la retaguardia del frente. Mientras se llevaban a cabo estas escaramuzas la división recibió una gran cantidad de material nuevo. Recibió al menos 100 carros Panzer IV de la última versión, nuevos semiorugas, cañones autopropulsados Hummer (150mm) y Wespe (105mm), vehículos cazacarros equipados con cañones de 75mm y más cañones flak de 88mm. Esta gran cantidad de material presagiaba una gran ofensiva.
A finales de junio, docenas de divisiones del Ejército Alemán en el Frente del Este formaron en sus posiciones de partda a lo largo del frente y de los flancos del saliente de Kursk. La ofensiva a gran escala comenzó el día 5 de julio de 1943. Tras unos días de avances, las formaciones blindadas de la pinza norte quedaron empantanadas. Atrapadas entre densos cinturones defensivos protegidos por campos de minas, cañones contracarro y artillería, los carros de combate fueron incapaces de seguir avanzando, al no poder conseguir la ansiada libertad de movimientos. Para empeorrar las cosas, el Ejército Rojo lanzó una contraofensiva en el área de Orel, hacia la retaguardia de la pinza norte del ejército alemán, amenazando seriamente la estabilidad del frente.
Entre las fuerzas que tuvieron que ser empleadas para cerrar la brecha de Orel estaban las tropas de reconocimiento de la 4 División Panzer. El teniente Möller dirigió a su compañía contra fuerzas blindadas y de infantería soviéticas superiores en número. A pesar del éxito defensivo inicial, el Ejército Alemán se vio obligado a replegarse, y Möller formó parte de las fuerzas de retaguardia que protegieron a las tropas alemanas que poco a poco se fueron retirando a lo largo de ese verano hacia el río Dnieper, donde una vez más volvió a demostrar su valor.
Möller vistiendo uniforme del Bundeswehr
A la edad de 24 años, fue ascendido a capitán y se le concedió el mando provisional del I Batallón del 12 Regimiento de Granaderos Panzer durante los combates defensivos en los pantanos de Prypiat. En ese tiempo obtuvo su 30º día de combate cercano y le fueron concedidos a un mismo tiempo los pasadores de combate cercano en bronce y en plata en sucesión. Poco después, un sorprendido Möller recibía la notificación de que se le había concedido la Cruz de Caballero por su desempeño en las acciones defensivas y contraataques llevados a cabo en los últimos tiempos.
El día que lo condecoraron con la Cruz de Caballero Möller fue herido por una esquirla de artillería en Sabdotje. Aprovechando la convalecencia y el permiso al que tenía derecho por la condecoración volvió a casa y se casó con su novia. En febrero de 1944 volvió al frente. Unas semanas después Möller resultó herido por quinta vez. A pesar de ello, se puso al frente de sus soldados en un ataque para liberar la Bolsa de Kowel en el mes de abril. Junto con la 5 División Panzer y la 5 División Jäger [cazadores], la 4 División Panzer logró romper el cerco y defender la ciudad durante un tiempo.
Möller en uniforme de coronel del Bundeswehr (nótese la galleta para la cruz de caballero)
En estas fechas Möller consiguió la certificación de su 50º día de combate cercano y el 18 de julio de 1944 recibió el Pasador de Combate Cercano en Oro. Para entonces ya había sido ascendido a mayor, el 1 de mayo de 1944, convirtiéndose en uno de los oficiales jefe más jóvenes del Ejército Alemán. Poco después, tuvo que ingresar en el hospital aquejado de disentería y malaria, permaneciendo convaleciente hasta el mes de noviembre.
Liberado de los combates de primera línea por la posesión del pasador de combate cercano en oro, Möller fue destinado al estado mayor del Inspector General de las Fuerzas Armadas. Se barajó un destino a la Escuela de Blindados, pero éste fue finalmente deshechado debido a que consideraron que el el joven Möller, de solo 24 años, no tenía experiencia como instructor. Pasaría el resto de la guerra en tareas de retaguardia, siendo capturado por los aliados occidentales en mayo de 1945.
Tras unos años de posguerra difíciles, Werner Möller aceptó el ofrecimiento para unirse al ejército alemán recién formado en la década de los años cincuenta con el grado de mayor. Sirivió en varios destinos de estado mayor y más tarde le concedieron el mando de un batallón de granaderos panzer. Su último destino fue como teniente coronel y jefe del Distrito Defensivo de Neustadt. Se retiró en 1978 como coronel. Murió a la edad de 63 años el 22 de septiembre de 1982. Entre otras personalidades asistieron a su funeral 23 poseedores de la Cruz de Caballero.
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