Esta mañana, Londres se ha desayunado con una escabrosa noticia publicada en The Times: Europa se dirige directamente hacia una guerra continental. Aunque nada es menos seguro en ese momento, y el periódico solo está defendiendo una tendencia política, lo que si es cierto es que el nerviosismo está a flor de piel.
Nicolás II y Raymond Poincaré, fotografiados, en esta ocasión, a bordo del Alexandria, el yate del Zar.
SAN PETERSBURGO. Uno de los afectados por este nerviosismo es sin duda René Viviani, el Primer Ministro francés, quien hallándose sentado a la derecha del Zar durante el almuerzo, se ha quedado bloqueado, y parece incapaz de contestar las preguntas que se le hacen.
Lo cierto es que Viviani no es un belicista, en absoluto, y no acaba de sentirse a gusto con el belicoso ambiente que lo rodea; empezando por su propio jefe el Presidente de la República y continuando, tal vez, por el propio autócrata ruso, que solo quiere oír hablar del apoyo francés a la causa Serbia.
Más tarde su actitud va a volverse aún más extravagante. A media tarde, mientras el Zar y Poincaré se hallan sentados juntos disfrutando de la música de diversas bandas militares (cuyo repertorio principal parece consistir sobre todo en la “Marche Lorraine” y en “Sambre et Meuse”, dos aires franceses muy nacionalistas); Viviani se halla solo, paseando junto a la tienda de campaña imperial, murmurando, gesticulando, quejándose en voz alta y maldiciendo; y en general, llamando la atención hacia su persona.
Finalmente se anunciará que sufre de una crisis del hígado y que tiene que retirarse pronto. Alguien, en el departamento de protocolo, ha reaccionado al fin.
¿Quieres opinar sobre esta noticia? Debate: El Desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial
Viene de: 22 de julio, por la tarde. Recepción en el Peterhof.
Sigue en: 22 de julio, por a noche. El Lobby Particular de la Gran Duquesa Anastasia.