Vamos a continuar con los planteamientos tácticos de Guderian. El lector recordará que en la ENTRADA ANTERIOR habíamos dejado a los carros propios atacando con fuerza y profundidad para poder destruir con rapidez a las piezas contracarro enemigas situadas en el frente y sorprender y emboscar a las de reserva que pudieran tratar de posicionarse, utilizando también, para las más alejadas, la artillería propia. Llegados a este punto, es previsible que el enemigo también tenga cañones, y carros de combate…
“Las baterías de artillería enemiga tendrán un papel importante en la defensa, y tienen que ser atacadas al mismo tiempo que nos encargamos de las piezas contracarro situadas en la profundidad de la zona defensiva.
El 17 de Diciembre del año 2010, el joven tunecino Mohamed Bouazizi se inmoló en acto de protesta ante la falta de trabajo y el alza del precio de los alimentos.
Este hecho aislado habría de ser el desencadenante de las numerosas manifestaciones que acabarían resultando en la conocida como Primavera Árabe, cambiando el destino de ciertos países del Norte de África (Rodríguez-Pina, 2011). Estas manifestaciones se expandieron rápidamente, normalmente impulsadas por la juventud a través de las redes sociales, reclamando la instauración de la democracia y la mejora de las condiciones de vida.
Heinz Guderian fue, sin duda, uno de los “generales Panzer” más famosos de la segunda guerra mundial, y sus obras nos han legado una importante descripción tanto del desarrollo de estas armas como del modo alemán de emplearlas al principio de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, a pesar de la fama alcanzada, cada vez son más los historiadores que le quitan parte del relieve que tiene para otorgárselo a otro: Ernst Volckheim, quien bien pudo ser el auténtico descubridor de muchas de las teorías que luego iban a ser popularizadas por el primero. ¿Por qué, entonces, se hizo Guderian tan famoso? Podemos apuntar varios motivos. Guderian siempre fue superior en rango, tuvo ocasión de ganar fama al frente de operaciones de carros y, muy probablemente también, sus obras, como Achtung Panzer! o sus memorias de guerra, se hicieron mucho más famosas.
Y hay buenos motivos para ello, aquí ofrecemos algunos extractos de la primera de estas obras, en el que describe cómo ha de ser un ataque de carros de combate:
Traemos hoy la memoria de otro soldado hispano, oriundo de Veracruz, que desembarcó en Playa Omaha y que se distinguió con gran bravura en la batalla de las Ardenas.
José M. López tras su ametralladora
Nacido el 1 de junio de 1912, José M. López se crió con su madre en Veracruz, Méjico. Cuando tenía 8 años, su madre murió de tuberculosis y él fue enviado a Brownsville, Tejas a vivir con su tío. En su adolescencia, José realizó diversos trabajos hasta que captó la atención de un ojeador de boxeo. Siguieron 7 años de gira con 55 combates a sus espaldas.
En lo legal, tomemos la “Opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia sobre la legalidad de la amenaza o el empleo de armas nucleares” realizada en 1996 y donde las Naciones Unidas realizaron una de las pregunta más paradigmáticas a la Corte Internacional
El paso previo a un ataque nuclear ya ha sido dado, con el uso de la bomba GBU-43 en Afganistán
“¿Autoriza el derecho internacional en alguna circunstancia la amenaza o el empleo de armas nucleares?” Hubo respuestas de todo tipo por parte de los jueces, se plantearon todas las posibilidades a las que puede enfrentarse una nación, pero finalmente el tribunal no fue capaz de responder, dejando en empate entre sus miembros la respuesta, en la posibilidad inclusive de que si no se hacía uso de las armas nucleares, pudiera desaparecer un estado víctima de un ataque previsible. Estas cuestiones legales que tanto preocupan a los estados, entre los terroristas no existen, el imperio de la ley no les rige, y si asesinan y destruyen de cualquier forma, la amenaza nuclear no les impone mayores conflictos que la matanza indiscriminada de inocentes con arma cortas.
Como en cualquier carro de combate de la época, a bordo de un Sherman el comandante era una pieza clave. Ya adelantamos en la entrada anterior que la misión primordial de este era dirigir y organizar a sus hombres, supervisar el correcto mantenimiento del carro y, durante la lucha, servir como “director de orquesta” de toda la tripulación. Cabe añadir, en este caso, que además se trata de lo que podríamos considerar una tripulación de ciegos, pues si bien otros miembros de la misma tienen acceso al exterior: el conductor, el tirador o el ametrallador, por ejemplo, siendo habitualmente el cargador el que se queda completamente a oscuras, es el jefe del carro el que, tanto para proteger a los demás como para detectar al enemigo antes de que este pueda destruirlos, debe estar siempre en alerta cuando entran en combate.
En los primeros modelos de Sherman la escotilla del jefe de carro estuvo equipada con un periscopio que este podía hacer rotar para observar el terreno en todas direcciones, sin embargo, los destinatarios de tan fastuosa comodidad pronto se dieron cuenta de que resultaba mucho más eficaz asomar la cabeza y mirar directamente en todas direcciones. Mejor todavía, mientras asomaba la cabeza el comandante del tanque podía hacer girar la torreta, de manera que además de seleccionar el objetivo podía pre apuntar el cañón hacia él, dejando al tirador la simple tarea de afinar dicha puntería para aumentar las posibilidades de dar en el blanco. La contrapartida era que se exponía a recibir las atenciones de un francotirador alemán, por eso, más adelante se instalará una cúpula blindada con seis visores.
El uso de vehículos aéreos no tripulados para asesinatos selectivos ha dejado de ser “mal visto” al plantearse desde un enfoque de “ataque defensivo o preventivo” (Europa Press)
En estas opciones hemos tomado como ejemplo el ataque nuclear a cualquier nación, si bien, se puede dar el caso que esta tenga entre sus posible respuesta el uso de armas nucleares. Para las que no lo tengan, las respuestas posibles estarían englobadas dentro de los puntos 1 a 3; entre los países que poseen armas nucleares de diferentes poder, incluimos el apartado 4. En todas ella mencionamos las ventajas y desventajas que las diferentes opciones presentan, desde una perspectiva moral y política (Auerswald, 2006).
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