Sexta entrega de nuestro Album GEHM de uniformología del Ejército Rojo.
Mayor general, 1940-1943
Sexta entrega de nuestro Album GEHM de uniformología del Ejército Rojo.
Mayor general, 1940-1943
Volvemos al informe de Rommel del 9 de julio, concretamente a la segunda parte, que, tras haberse narrado la situación militar en la entrada anterior, se dedica a evaluar las intenciones de los aliados.
Fuerza y planes operacionales del enemigo.
Se estima que, hoy por hoy, el enemigo tiene, en la zona de desembarco, 35 divisiones y poderosas fuerzas adscritas a sus cuarteles generales. En Gran Bretaña dispone de sesenta grandes formaciones más, de las cuales, cincuenta pueden ser enviadas al continente en cualquier momento.
Panzer Meyer cuenta en sus memorias «Granaderos», como en plena Barbarroja en el eje sur de avance en Ucrania, las tropas de su unidad, en el avance hacia Kiev, se tropezaron con tropas «rusas» que aparentemente no mostraban ganas de luchar. Dice lo siguiente:
Hasta el 7 de julio, rechazamos los ataques de los rusos una y otra vez al norte de Rowno. El enemigo estaba sufriendo fuertes pérdidas, las nuestras eran mínimas. A las 14.00 horas recibimos órdenes de asegurar el flanco de la 11.ª División Panzer y de reconocer hacia el noreste desde Miropol. Al mediodía de la jornada siguiente entablamos combate con poderosas fuerzas enemigas en las áreas boscosas situadas al norte de Romanov. La artillería enemiga hacía fuego de hostigamiento. A través de la actividad de las unidades de reconocimiento y de los desertores enemigos identificamos a un batallón motorizado con varios carros de combate y algunas baterías. Hacia la tarde perdimos un cañón antiaéreo de 20mm por un impacto directo. Los heridos de la dotación fueron evacuados.
Vamos hoy con la 5.ª parte del album fotográfico de uniformes del Ejército Rojo desde la década de 1920 hasta 1945.
Soldado de tropas fronterizas, 1937-1941
Ediciones Salamina acaba de publicar Más allá del deber (A Higher Call), una extraordinaria historia de dos pilotos enemigos que tuvieron un asombroso encuentro al norte de Bremen.
Más allá del deber – Ediciones Salamina
20 de Diciembre de 1943, un bombardero estadounidense B-17 Fortaleza Volante gravemente dañado en una misión de bombardeo sobre Alemania lucha por mantenerse en vuelo, de regreso a Gran Bretaña. A los mandos está el segundo teniente Charlie Brown, de veintiún años. La mitad de su tripulación yace herida o muerta en su primera misión.
Finalizaba el mes de junio y el desembarco aliado se hallaba ya bien afianzado en tierra. Fue entonces cuando, perdida ya toda posibilidad de arrojar a los atacantes al mar, y mientras se desvanecía lentamente la imaginaria amenaza de un segundo asalto anfibio todavía de mayor envergadura, Rommel trató de hacerse con el control absoluto de las operaciones, tal y como se puede leer en una comunicación dirigida a Von Rundstedt, comandante en jefe en el oeste.
Con el fin de lograr la unidad de mando de la Wehrmacht y de poder concentrar todas las fuerzas, propongo tomar el mando de los cuarteles generales y unidades de otros servicios desplegados en la zona del grupo de ejércitos [se trata del B, que defendía el norte de Francia].
Firma Rommel.
Las visitas del capitán Ranneft al edificio de la Marina estadounidense en Washington y los mapas de situación que vio con supuesas flotas de portaaviones en el Pacífico norte son otro de esos cabos sueltos en todo el misterio que rodeó al ataque a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941 que abordamos recientemnete en el Histocast 159
Con la inminencia de la guerra los servicios de inteligencia aliados presentes en el Pacífico comenzaron a establecer lazos informales de cooperación entre ellos. Los holandeses libres de las Indias Orientales, que mantenían la administración de las colonias del lado aliado después de que los alemanes conquistasen la metrópoli en 1940, establecieron una administración y un gobierno en el exilio en Londres. El personal disponible, tanto funcionarial como político y militar fue asignado de inmediato a cometidos de coordinación con las instituciones aliadas de cara al esfuerzo de guerra. Uno de esos oficiales holandeses de enlace era el capitán de navío Johann Ranneft, agregado naval en Washington.