Con motivo de la reciente publicación por parte de Ediciones Salamina del clásico Batallas de la Guerra de los Treinta Años, de la Montaña Blanca a Nordlingen 1618-1635, de William P. Guthrie, os dejamos un extracto del mismo en el que se narra la muerte del rey sueco en la batalla de Lutzen 1632.
Pese a la densa niebla y a lo reducido de su tropa, el Rey Gustavo Adolfo de Suecia había decidido presentar batala a las tropas apresuradamente reunidas por Wallenstein antes de que llegara Papphenheim a tomarse la revancha de Breitenfeld. La zanja cavada en el camino supuso un contratiempo para los suecos. Las Brigadas Azul, Amarilla y Sueca estaban retrocediendo ante la infantería imperial y Piccolomini había puesto en fuga a la caballería de Smaland. El rey necesitaba las reservas pero Bernardo de Sajonia-Weimar ya había dispuesto de buena parte en sus ataques al ala derecha imperial, en especial a la batería de la colina de los molinos de viento. Entonces sobrevino la catástrofe. Así lo cuenta Guthrie: