Tanto el CAM Ship como el MAC Ship, a los que nos hemos referido en entradas anteriores, fueron proyectos que nacieron como solución transitoria, pues tantos planificadores como constructores y marinos fueron conscientes de que estos buques llevaban pocos aviones (y no podían desplegar aviación pesada), sus hangares eran demasiado pequeños para un mantenimiento en condiciones y, a menudo, tenían demasiadas funciones para ser realmente eficaces en todas ellas.
Así, antes incluso de que se botara el primer MAC, se inició el diseño de un verdadero portaaviones de escolta, empleando de nuevo, como punto de partida, el casco de un mercante, aunque en este caso se eliminarían las bodegas de carga para dar vida a un buque puramente militar. Como es preceptivo con un arma nueva, y aunque la Royal Navy ya tenía experiencia en la construcción y despliegue de portaaviones y portahidroaviones, se inició la construcción de un prototipo para poner a prueba las ideas técnicas que se implementarían en las demás unidades. Este prototipo fue el HMS Audacity, un antiguo buque de transporte de plátanos alemán, llamado Hannover, que había sido confiscado en las Antillas el 8 de marzo de 1940.
Para su transformación, el Hannover fue enviado a la Blyth Drydock and Shipbuilding el 2 de enero de 1941, y algo más de seis meses después, el 7 de julio, estuvo listo para hacer pruebas. Había carencias. Su pista de aterrizaje solo tenía tres cables de parada y una barrera final; y su sistema de despegue carecía de catapultas. Como sucedía con algunos MAC, este buque tampoco fue equipado con hangares y los aviones se acumulaban al aire libre. Ni siquiera fue equipado con Hurricane, un aparato escaso, sino con 6 Martlet Mk II del 802.º Escuadrón Aeronaval.
El primer derribo de un avión alemán tuvo lugar durante el viaje inaugural, en el que el portaaviones actuó como escolta del convoy OG 74 (Liverpool-Gibraltar). Fue el 21 de septiembre de 1941 cuando los alféreces Sleigh, Patterson y Fletcher derribaron un FW 200 cerca de las costas españolas (el n.º 78, F8+EL del 8/KG 40); meses después, el 8 de noviembre, mientras escoltaba el convoy OG 76, con los mismos puntos de salida y llegada, otro de sus aparatos, pilotado por el alférez Brown, derribó un segundo FW 220 (n.º 83 F8+ZL). Mucho más exitoso fue el viaje de vuelta, durante el cual, entre el 14 y el 21 de diciembre se produjeron cuatro derribos confirmados –dos de ellos el 19 de diciembre (FW 200 n.º 86 F8+IH y n.º 78 F8+FH)– se dañaron dos aviones y tres fueron repelidos. Sus aviones también participaron en la destrucción de ocho submarinos. Todo ello a cambio de tan solo dos Martlet perdidos. Sin embargo, al Audacity se le había acabado la suerte. En la noche del 21 de diciembre encajó tres torpedos, que lo mandaron al fondo en poco más de una hora. 73 tripulantes murieron.
Los acontecimientos narrados demostraron claramente que, a pesar de que la transformación había sido un trabajo improvisado sobre un buque preexistente, la idea había sido un éxito. En consecuencia, el Ministerio de Transporte dio su acuerdo a la transformación de algunos mercantes que estaban entonces en proceso de construcción. En realidad, el Audacity fue el único buque terminado que fue convertido en una de estas unidades. La idea original había sido transformar seis grandes paquebotes de la clase Castle, pero al final, y con la excepción del Pretoria Castle, todos ellos servirían finalmente como transportes de tropas. En cambio, cinco paquebotes de carga si fueron transformados. Serían los únicos antes de la entrada en servicio de portaaviones de escolta estadounidenses.
Pues si que fue exitoso el primer porta de escolta. Con muy poco hizo mucho.