Pablo Sánchez nos trae hoy un nuevo e interesante artículo sobre el Jabismo. Tras la muerte de Isabel I llegó al trono inglés Jacobo VI de Escocia, siendo Jacobo I de Inglaterra. Su acceso al trono se produjo de forma acordada y pacífica.
Jacobo I era el mejor candidato para la sucesión puesto que su madre (María Estuardo) había sido prima de Isabel I y puesto que su llegada podría suponer la futura unión de los dos reinos. Jacobo I trataría de convertir ambos países en un único reino unido, sin embargo sus ideas encontrarían oposición en ambas partes, manteniendo cada país intactas sus propias instituciones.[1] Aunque inicialmente se temió que Jacobo I instaurase en Inglaterra el presbiterianismo escocés, el rey permaneció dentro de la Iglesia anglicana.
Esto unido al duro escarmiento que aplicó a los católicos relacionados con la Conspiración de la Pólvora de 1605 (intento de asesinato llevado a cabo por católicos con la finalidad de acabar con un rey protestante y traer de nuevo de vuelta la religión católica), le permitió a Jacobo I asentar su poder. Tras su muerte en el año 1625 le sucedió en el trono su hijo Carlos I.
Jacobo I
El reinado de Carlos I se caracterizaría muy especialmente por su marcada concepción del derecho divino del rey a gobernar su pueblo. Este concepto que tenía de la autoridad real, similar al absolutismo posterior, supuso que su reinado estuviese marcado por el constante enfrentamiento entre la autoridad real y el poder del Parlamento.
Al poco de su llegada al trono declaró la guerra a España (enviando una flota a Cádiz en 1625) y a Francia (mandando una expedición en apoyo de los hugonotes franceses en 1628), sin embargo ambas empresas fracasaron estrepitosamente, endeudando a la corona y agravando la crisis económica, incrementandose el malestar entre el pueblo. A estos gastos se unía la pasión del rey por el arte, gastando grandes sumas en sus colecciones de pintura, aumentando aún más el descontento social.
La necesidad del rey de recaudar fondos y sus constantes enfrentamientos con el Parlamento, le llevaron a disolverlo en 1629, gobernando de modo absolutista durante once años (conocidos como los Once Años de la Tiranía). Durante este tiempo Carlos I trató de sanear sus cuentas, para ello aumentó los impuestos y aplicó nuevas tasas y multas, haciendo estas medidas que cada vez fuese más impopular su gobierno.
Índice
Introducción ……. 2
Surgimiento y evolución del jacobismo ……6
La rebelión de 1708, un intento fallido ……14
La rebelión de 1715, solos ante el enemigo …….16
La rebelión de 1719, una expedición española …….19
La rebelión del 45, la tumba del jacobismo ……22
Conclusión …..35
Bibliografía ….36
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