Tras la victoria confederada en la batalla de Wilson’s Creek el 10 de agosto de 1861, en Missouri, la Guerra de Secesión al oeste del Mississippi sufrió un cambio radical en lo que a los mandos se refiere. En el bando federal, el general John C. Frémont, “una garantía contra cualquier peligro inmediato”, lo definía irónicamente un oficial confederado, había sido sustituido por el también general Henry W. Halleck, un hombre mucho más capaz que en el futuro ascendería a comandante en jefe de todos los ejércitos de la Unión. El 27 de diciembre este puso al frente del Distrito del Sudoeste de Misuri al general de brigada Samuel Ryan Curtis.
Entretanto, en el bando confederado, la relación entre el general de brigada Ben McCulloch y el general Sterling Price se deterioraba a marchas forzadas sin que el general Albert S. Johnston, muy ocupado al este del Mississippi, pudiera hacer nada para mediar, por lo que Jefferson Davis –presidente de la Confederación– decidió crear un nuevo departamento, el de Trans-Mississippi, y ofrecérselo al general Braxton Bragg, a quien se prometió total independencia y se encomendó la misión de convertir a las fuerzas confederadas en la región en un auténtico ejército. Sin embargo, este se negó. Posteriormente, Bragg afirmaría que si le hubiera ordenado ir lo hubiera hecho sin un murmullo, pero ante la pregunta: “¿Se encargará usted de este trabajo?”, decidió que el Departamento de Trans-Mississippi no le resultaba lo suficientemente atractivo.