El inicio del conflicto fratricida español supuso que ambos bandos buscaran apoyo externo para reequiparse de material bélico.
La II República logró adquirir cierto material en Europa durante los primeros meses de la guerra. Entre este material estaban las ametralladoras St. Etienne M1907. Esta arma había sido diseñada y adoptada por el ejército francés antes del inicio de la Gran Guerra, aunque debido a las condiciones del conflicto mundial tuvieron que servir en primera línea junto a las Hotchkiss.