La ametralladora ligera Maxim-Tokarev M1925 fue de las primeras ametralladoras de su tipo que nacieron en la joven Unión Soviética.
Su producción en la Fábrica de Tula no fue demasiado grande, aunque sí estuvo en servicio en el Ejército Rojo. La Maxim-Tokarev tocó suelo español después de las compras que la II República realizó en el país de los soviets. Su diseño es sumamente interesante y sin ninguna duda fue una máquina robusta y que funcionaba bien.
Durante la Primera Guerra Mundial, la fuerza expedicionaria estadounidense en Europa quiso llevar consigo sus ametralladoras Browning M1917.
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Estas no obstante fueron enviadas en pocas unidades y al final los norteamericanos utilizaron modelos franceses y británicos. Sin embargo, después de la guerra, la ametralladora Browning M1917 fue fabricada en grandes cantidades por la industria armamentística estadounidense. Este modelo de ametralladora fue exportado a otros países y su patente vendida.
Aunque durante la Guerra Civil Española Alemania estaba gobernada por los nazis esto no impidió que armamento que había sido de origen alemán acabara en manos del Ejército Popular Republicano.
Por supuesto no fueron vendidas por dicho país, los agentes del gobierno republicano consiguieron hacerse con algunos lotes de la ametralladora MG08 y su posterior modelo MG08/15. Lo más sorprendente de dicho modelo, es que la industria republicana fabricó esta arma.
La Italia de Benito Mussolini fue uno de los grandes pilares de la España Sublevada durante la Guerra Civil Española.
La industria italiana proporcionó a los rebeldes una gran cantidad de suministros de toda clase, además de enviar una unidad de voluntarios conocida como CTV (Corpo Truppe Volontarie) que llevaron consigo miles de vehículos y armas. Entre esas armas enviadas y utilizadas por el ejército franquista y sus aliados italianos estaba la ametralladora Fiat-Revelli en sus modelos de 1914 y 1935.
Ayer día 28 de enero de 2020 se cumplía el centenario de la creación del Tercio de Extranjeros, la Legión española. Nos unimos a la efeméride recordando a un caballero legionario laureado.
Fernando Luzcano era hijo del matrimonio formado por el coronel de Infantería Fernando Lizcano Fernández y Carmen de la Rosa. Ingresó en 1916 en la Academia de Infantería, en la que tres años más tarde fue promovido al empleo de alférez y destinado al Regimiento de Alcántara.
En 1921 solicitó voluntario pasar a la Legión, a la que se incorporó en Zoco el Arbaa y con la que combatió en Dar Akoba, Sidi Embarek y el Zoco el Jemis, resultando herido en marzo de 1922 en Annual. Cayó herido por segunda vez en junio de 1923 al dirigir un ataque a la bayoneta en Tizi Azza, y otra vez más en septiembre, teniendo que ser trasladado a los hospitales de Tetuán y de Barcelona para atender a su curación, regresando a la Legión una vez restablecido de sus heridas.
John Baca nació en Providence, Rhode Island el 10 de enero de 1949 y vendría a ser lo que se conoce como un «chico problemático» que frecuentaba las instancias de menores del área de San Diego, donde vivió su infancia.
Cuando quiso alistarse en el ejército a la edad de 17 años fue rechazado por estar cumpliendo la condicional tutelado por un juzgado de menores de California. No obstante, lo consiguió finalmente en 1969, cuando fue llamado a filas por el ejército de tierra.
Seguramente estemos ante una de las ametralladoras más míticas de la historia militar del siglo XX.
A finales del siglo XIX, el ingeniero e inventor Hiram Maxim patentó la ametralladora automática lo que dejó obsoletas a las ametralladoras accionadas con manivela como las Gatling. Al ir vendiendo su patente muchos estados europeos la adquirieron y diseñaron a partir de esta sus propios modelos. Podríamos destacar la MG-08 alemana, la Vickers de 1912 británica o y la misma Maxim M1910 rusa.