Si países pequeños del Báltico como Estonia diseñaron un subfusil, la Italia de Benito Mussolini no iba a ser menos. Desde la llegada del fascismo a Italia en la década de 1920, esta se puso manos a la obra en el rearme de sus fuerzas armadas.
El objetivo de Mussolini era a fin de cuentas tener una gran influencia en el Mare Nostrum. El programa de rearme llegó a todos los ámbitos del ejército: fuerzas aéreas, navales y terrestres. En esta última donde todos los esfuerzos dieron lugar al MAB 1938A.