Hagamos un viaje a las islas Salomón. En algún momento entre las dos y las cuatro de la tarde, los carros de combate avanzan a orillas del amenazado río Tenaru en Guadalcanal. Es 21 de agosto de 1942, pocos días después del desembarco de los Marines. Durante toda la mañana había habido fuertes enfrentamientos.
Eran en concreto cuatro blindados. No había armamento efectivo con el que enfrentarse a ellos. Sin embargo, uno de los carros pareció detenerse averiado. Tras una pausa, los otros tres continuaron la marcha. A medida que se acercaban, sus trayectorias divergían ligeramente. Los que parecía que parecían dirigirse al lugar donde se hallaba escondido el sargento japonés Okada eran dos. Continuaban la marcha y Okada se hizo el muerto. El primer carro se dirigía lentamente hacia él.