Una vez mencionadas algunas de las características de la forma de operar de las compañías, vamos a volver a un plano más teórico que real para mencionar las condiciones de actuación de los regimientos y de las divisiones.
Un regimiento de carros de combate desplegado para el ataque ocupaba un frente de aproximadamente 500 m. La vanguardia estaba formada por unidades de tanquetas o de carros ligeros cuya misión era localizar los puntos defensivos más poderosos del dispositivo enemigo, muy probablemente recibiendo una buena dosis de fuego. Según la teoría japonesa, un frente de unos 500 m de ancho debía contener en su línea defensiva 3 piezas anticarro, 6 ametralladoras pesadas, 5 morteros y hasta 12 ametralladoras ligeras; estas eran las armas que debían ser localizadas. Tras esta vanguardia se situaba el cuartel general del regimiento, lo más cerca posible del frente, para poder tomar la decisiones adecuadas sobre la marcha; y tras este llegaba una sección de carros, ligeros o medianos, cuya misión fundamental iba a ser acabar con las defensas anticarro del enemigo.