Nota: la mala calidad del documento ha impedido poder transcribir correctamente el nombre de las localidades rusas, por lo que han sido marcadas con X.
Día 1.- Al iniciarse al mes de Marzo, la División se encuentra en la misma situación táctica que el mes anterior.
El Batallón de Reserva se concentra en KRUTIK, quedando a la órdenes de la 126 División Alemana.
Prosiguen los trabajos de fortificación en todo el Sector de la División.
Partiendo del lago Ladoga en dirección norte, la frontera finlandesa forma una larga línea que se dirige hacia el norte por los yermos de Carelia, para llegar a toparse con la costa en algún lugar entre Múrmansk y Petsamo.
Al este de dicha frontera, la unión soviética vigilaba con precaución el ferrocarril de Múrmansk, vía de comunicación fundamental con el único puerto del norte libre de hielo todo el año. Al oeste se extendía Finlandia, un territorio que había ganado su independencia durante las convulsiones de la Revolución rusa, pero no sin sufrir una violenta guerra civil entre rojos y blancos. Desde entonces y hasta 1939, el país se había convertido en una de las democracias nórdicas, pero: ¿formaba parte del conjunto con Suecia, Noruega y Dinamarca, o era más bien un país báltico? La diferencia no era baladí. Los acuerdos germano soviéticos habían puesto a los países bálticos dentro de la órbita de Moscú, y Stalin consideraba que Finlandia le correspondía. ¿Y los alemanes? En ese momento estaban dispuestos a honrar el acuerdo, dejando al país del norte en manos de sus poderosos vecinos del este. Así, tras muchas presiones, el 30 de noviembre de 1939 el Ejército Rojo cruzó la frontera común y entró en Finlandia. Había comenzado la Guerra de Invierno.
Desde 1939, Estonia había perdido su independencia en dos ocasiones. Primero a causa de la ocupación soviética tras el tratado Molotov-Ribbentrop; y después con ocasión de la Operación Barbarroja. Tras expulsar a los comunistas los nazis se hicieron con el control del país, sin intención alguna de liberarlo pues los estonios eran considerados “germanizables”, es decir, que podían ser asimilados entre los pueblos germánicos y, algunos elegidos, convertirse en parte de la nueva raza dominante. Por supuesto, la idea no incluía, en ningún modo, una vuelta a la independencia del pequeño país báltico. Entretanto, los alemanes habían hecho lo posible por conseguir que cuantos más estonios mejor se unieran a su esfuerzo de guerra, ya fuera en unidades policiales en el interior del país, en misiones antipartisanos tras el frente o en unidades de combate.
En vez de autogobierno, lo que los alemanes sí concedieron fue el nombramiento de un primer director provincial estonio, eligiendo a Hjalmar Mäe, un matón pronazi que no convenció en absoluto a sus paisanos. Tras haber colaborado –un 85% de los estonios llamados a filas por los alemanes se presentó–, los estonios pasaron a la acción. En febrero de 1943, poco después del desastre de Stalingrado, se produjo una huelga en la universidad de Tartu; y posteriormente los oficiales exigieron la creación de un ejército propio. Sin éxito alguno. Una tercera forma de resistir fue emigrar, y mucho, un regimiento entero en 1944, decidieron marcharse a combatir al Ejército Rojo en las filas del Ejército finés antes que en las del alemán. Si bien los alemanes exigieron la devolución de estos soldados, Helsinki se negó, dejando claro de paso que ellos y los alemanes eran cobeligerantes, no aliados.
Tras haber sido “liberada” del yugo soviético, y mientras los alemanes luchaban por conquistar Leningrado, no muy lejos de sus fronteras, tal y como vimos en entradas anteriores, Estonia, intentaba obtener un mínimo de autogobierno, cosa que los alemanes no estaban dispuestos a permitir.
Tras haber nombrado a Hjalmar Mäe primer director provincial en septiembre, a finales de 1941 el país pasó a depender del Ministerio del Reich para los Territorios Ocupados en el Este, y quedó integrado en el Comisariado del Reich Ostland como Distrito General de Estonia, bajo la dirección del SA-Obergruppenführer Karl Litzmann, quien enseguida consiguió tener una relación cordial con Mäe. En lo que a la población se refiere, se mostraron muy reacios a las ideas nacionalsocialistas y su principal preocupación era la vuelta de la clase terrateniente de origen alemán y la creación de grandes latifundios que dominaran el sector agrícola. El hecho de que los alemanes no hubieran disuelto algunos Koljozes y repartido la tierra entre los más desfavorecidos, les hacía temer lo peor. Los informes de la seguridad alemana, por otro lado, manifiestan un sentimiento de indiferencia en la población y una elevada tasa de anglofilia.
Día 26.- Durante la madrugada se han practicado reconocimientos ofensivos al Este de WOLCHOW.
Patrullas pertenecientes a loas I y III Batallones del Regimiento de Infantería 269, reconocieron KIRILLOWKA y XXXXXX, sin tomar contacto con el enemigo.
Una patrulla del Grupo de Exploración efectuó un reconocimiento sobre el río, al Sur de NOWGOROD, para conocer el estado de la capa de hielo.
Actividad de la Aviación enemiga de reconocimiento.
El 22 de junio de 1941 Alemania rompió todos sus acuerdos con la Unión Soviética y desencadenó la Operación Barbarroja. En dos semanas, la ofensiva del Heeresgruppe Nord se hizo dueña primero de Lituania, país del que ya hablamos, luego de Letonia, que trataremos, y por fin llegó a Estonia. Para cuando lo hizo, una buena parte de los estonios enrolados a la fuerza en el Ejército Rojo había desertado.
Algunos se pasaron a los alemanes, pero otros organizaron una guerrilla, los “Hermanos de los Bosques”. Esta fuerza, con apoyo de un pequeño núcleo de ochenta estonios exiliados al servicio de la Abwehr –el servicio secreto de la Wehrmacht–, que se habían infiltrado en el país nada más estallar las hostilidades, tuvo dos objetivos primordiales: reconocer el terreno para las tropas alemanas y ayudar a los estonios a acabar con los batallones de exterminio soviéticos, dedicados a implementar la táctica de tierra quemada en todo el país.
Día 21.- Una patrulla enemiga que intentó un golpe de mano contra las posiciones de la 10ª Compañía del Regimiento de Infantería 262, fue rechazada, dejando en nuestro poder un muerto y un herido.
Bajas de personal y de ganado.
De personal: Regimiento de Infantería 262: 2 soldados
congelados.
Fuerzas de BOL SAMOSCHJE: 1 herido.
Prisioneros: 1 soldado
herido capturado por la 10/262.
Temperatura: mínima, 13 bajo cero. Máxima, 9 bajo cero.
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