Estamos a 29 de marzo y, aislados, tras haber sido separados del mundo y haber perdido sus posiciones en la ciudad nueva y haber abandonado, parte de ellos, la ciudad vieja, los defensores de Kústrin resisten sobre la isla, una parcela de tierra delimitada por el río Oder al este y el Vorflut y la localidad de Kietz al este. Los soviéticos, que están tomando el resto de la “Festung” parcela a parcela, progresan con cuidado, conscientes de que su éxito ha tenido mucho más que ver con la constancia del bombardeo artillero que con la potencia de los asaltos masivos.
Durante esta jornada los asaltantes han conseguido llegar muy cerca del cuartel de artillería, del reducto D y del Kühbrücken Vorstadt, en el extremo norte. Durante todo el día se han sucedido los combates cuerpo a cuerpo y se ha gastado munición en cantidades ingentes, algo que el Ejército Rojo se puede permitir, pero lo alemanes no, y pronto empiezan a quedarse sin balas,