Una vez formados los componentes de la tripulación en sus diferentes misiones: conductor y ametrallador en las profundidades del casco, y cargador, tirador y jefe de carro en la torre, el paso siguiente era el entrenamiento en pequeñas unidades, básicamente por secciones. Esta, que era la unidad blindada fundamental, constaba de cinco carros de combate, y tres de ellas, junto con el blindado del jefe de carro y el de su adjunto, formaban una compañía de un total de 17 Sherman.
Pero volvamos a nuestra sección. Para organizar un ataque, el comandante de esta, normalmente un teniente, se reunía con los otros cuatro jefes de carro para darles la información disponible sobre el despliegue enemigo, explicar cuál iba a ser el camino empleado para llegar hasta este –sobre un mapa– y los lugares eventualmente peligrosos. Así, cada uno de los mandos conoce no solo la misión general, sino también la suya particular y la de los otros cuatro carros que lo acompañan.