La guerra sigue su curso e Italia reclamaba ayuda de su aliado. Tanto en el norte de África como en los Balcanes, la Wehrmacht tuvo que acudir en ayuda del ejército italiano en franca retirada frente a partisanos o el ejército británico. Hitler, debido al fracaso del segundo ataque de su aliado, tuvo que retrasar la invasión a la URSS y desplegar tropas en los Balcanes.
El imparable arma germana, blindados, aviones y tropas, se dirige a Yugoslavia y Grecia, arrasando las líneas de defensa de ambos. En lo que a blindados se refiere, las naciones balcánicas poseían vehículos capturados al Regio Esercito Italiano o, por otro lado, algún vehículo enviado por Francia o Inglaterra como ayuda. Esta situación hará que la lucha en esta zona se resignifique y, diversos grupos de partisanos, comenzarán una guerra de guerrillas para desestabilizar la ocupación alemana. Dentro de esta guerra es importante destacar las figuras de Jósif Broz Tito o Enver Hoxa como partisanos.