Habíamos dejado al subteniente Mitchell y a su tripulación en plena batalla con tres carros de combate alemanes. Prosigamos ahora esta historia hasta su dramático final.
…su primer disparo cayó a unas quince yardas por el frente, el segundo fue más allá, y entonces vi como los proyectiles se concentraban en torno al tanque. Disparó [recordemos que estamos hablando del artillero izquierdo del tanque británico] una y otra vez, rápida y sucesivamente, cada vez que el enemigo estuvo a la vista.
Mientras nos acercábamos a la localidad de Cachy, me di cuenta, para mi sorpresa, de que los dos tanques hembra se marchaban renqueando hacia la retaguardia. Nada más llegar ambos habían resultado alcanzados por varios proyectiles que habían abierto grandes agujeros en sus costados, dejándolos sin defensa contra las balas de ametralladora, y dado que sus ametralladoras Lewis no podían hacer nada contra el pesado blindaje del enemigo, no les cabía hacer otra cosa más que retirarse.