Para abrir este més de septiembre, queremos recalcar hasta qué punto podían ser distintas las vivencias de los bombardeos durante la primera guerra mundial. Para ello aportamos tres testimonios, todos ellos pertenecientes a la batalla de Verdun:
– El primero son las anotaciones hechas por un simple soldado francés, pillado bajo un diluvio de obuses. Estas anotaciones fueron hechas, supuestamente, bajo el bombardeo. Sin embargo, la tranquilidad con la que escribe el soldado nos llevan a pensar que, o bien se hallaba en un refugio muy seguro, o bien en realidad las redactó después de la batalla.
– El segundo testimonio es el del observador de un globo de observación alemán «Drachen». Uno no puede dejar de notar el tono de euforia de la narración. Este testimonio llegó a manos francesas cuando el globo fue derribado por un avión de caza en territorio propio y el observador que iba a bordo fue capturado. Así son las cosas.
– El tercer testimonio narra el bombardeo dentro de la trinchera, y fue dado por un oficial francés con ocasión de una entrevista posterior.