Tras la ofensiva austríaca de primeros de agosto, los serbios decidieron lanzar su propio contragolpe. Los combates por Sabac habían comenzado el 14 y continuarán hasta el 26. Frente a un enemigo que se refuerza constantemente, los serbios atacan una y otra vez, con suma fiereza, para liberarla. Cuando por fin lo consigan, la ciudad estará en ruinas. Ese mismo día, y con el fin de ayudar a sus aliados rusos, el 1.er Ejército Serbio desencadenará un ataque para evitar que el 2.Armee austríaco acabe de trasladarse hacia Galizia.
Aproximadamente una semana más tarde, entre el 5 y el 6 de septiembre, los combates son rabiosos en la región de Sirmia. Todo comienza con el cruce del Save, los serbios avanzan con vigor, pero la munición de las unidades que han cruzado el río se agota, y las tropas austro-húngaras contraatacan antes de que los ingenieros hayan terminado de construir los puentes que reforzarán a los agresores y al final sufren numerosas bajas, entre otras cosas, a causa de los hombres que se ahogan cruzando de nuevo el río en dirección sur. Por mucho que la ofensiva parecía prometer, han sido incapaces de conquistar Surcin, la principal localidad de la zona, aunque si conquistan Zemun. El 13, los serbios contabilizan más de 6000 muertos, frente a 2000 enemigos, y suspenden el ataque.