A raíz de la reciente publicación del libro Los Brandeburgueses de Hitler, extractamos una operación de asalto a un puente, en esta ocasión el de Gennep en la invasión de los Países Bajos en 1940, que constituye un ejemplo de manual de este tipo de operaciones.
A la compañía del teniente Walther se le habían encomendado cinco puentes que tomar: el puente ferroviario de Gennep; el puente ferroviario sobre el Mosa de las inmediaciones de Mook, el puente de carretera de Malden; la esclusa del Mosa en Heumen; y el puente de carretera en Hattert. Walther en persona dirigiría el ataque sobre el puente de Gennep, empelando tres Kampfdolmetscher holandeses disfrazados de gendarmes de la Marechaussee, entre cuyos cometidos se encontraba el de policía militar del ejército holandés. Estos hombres se infiltrarían en las defensas fingiendo ser la escolta de seis «desertores» alemanes, llevando cada uno armas ocultas.