Nos encontramos ante un precedente directo de las Santas Ligas que organizarían España, Venecia y el Papado contra el Imperio Otomano en el Mediterráneo, aunque esta vez con la presencia, aunque testimonial, de Francia.
En el contexto de las guerras turco-venecianas, una ofensiva otomana en 1500 conquistó numerosas plazas venecianas en la costa adriática, entre ellas Corfú, y trató de cortar el estrecho de Otranto con el fin de asfixiar a la Señoría. Los venecianos pidieron ayuda y se formó una coalición entre España, Venecia, el Papado y Francia. El contingente español zarpó del puerto de Málaga e iba a las órdenes del Gran Capitán, que fondeó finalmente tras la falta de viento en Mesina con la flota española.