James Brindley Nicolson fue uno de los pocos de Churchill. En 1936 se hizo alumno de la escuela de pilotos de la RAF a los 19 años y perteneció al 249.º Escuadrón.
Tras la caída de Francia fue trasladado al sur de Inglaterra, y en agosto de 1940 era ya un piloto veterano ansioso de acción en cada posible ocasión, cosa que en ese tiempo era el día a día de los Hurricanes del 249.º Escuadrón, que defendían los cielos de Southhampton contra los cazas y bombarderos alemanes que buscaban sus objetivos en los puertos sureños.