El Islam significa sumisión a Dios y musulmán significa sumiso, Allah es sólo uno y por tanto sus servidores tienen el deber de imponerlo a los infieles. No proponen su conversión, sino su sujeción.
Guerreros árabes de la época de Mahoma. Ilustración procedente de “Armies of the Muslim Conquest” publicado por Osprey Publishing
Esta vocación guerrera queda constantemente recogida en pasajes del Corán: “Di a los beduinos rezagados: “Sois llamados a combatir a gentes dueñas de gran valor. ¡Combatidlas o islamícense!” Si obedecéis, Dios os dará una hermosa recompensa, si os replegáis, como os replegasteis anteriormente, os atormentará con un castigo doloroso.”[1]