Traemos hoy otro de tantos proyectos extravagantes soviéticos, que quedó finalmente en prototipo sin llegar a fabricarse más que una unidad.
El KV-7 fue el prototipo único de un vehículo de artillería autopropulsada que fue probado y rediseañado en multitud de ocasiones. En su casamata albergaba tres cañones, lo que se esperaba que constituyera una amenaza seria para el enemigo.
El blindado estaba armado con 2 cañones de 45mm y un cañón de 76mm. Una segunda versión, el KV-7-2 fue mejorado montándosele 2 cañones de 76mm.
El KV-7, que utilizaba el chasis del KV-2, fue un prototipo único de un vehículo de artillería autopropulsada. Fue probado y rediseañado en multitud de ocasiones. En su casamata albergaba tres cañones, lo que se esperaba que constituyera una amenaza seria para el enemigo.
Sin embargo, en la primavera de 1942, cuando se sometieron a debate los resultados de las pruebas del denominado «Objeto 227» se dice que Stalin preguntó: «¿Para qué necesitamos tres cañones? Un buen cañón sería una solución más adecuada». Si esto fue así, probablemente significara la setencia de muerte para el nuevo modelo de blindado.
KV-7-2 con dos cañones de 76mm
Muchos oficiales y expertos soviéticos eran, no obstante de la misma opinión. Así que finalmente se le dio carpetazo al proyecto, y el prototipo fue desguazado para ser utilizado como plataforma de pruebas para otros proyectos.
Posteriormente fue sometido a pruebas el U-18-A KV-7 con un obús de 152mm, proyecto que también sería cancelado, aunque como se puede ver en la foto de perfil del vehículo, iba a ser el antecedente del SU-152
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