El presente documento, fechado durante la campaña del desierto tiene cierto interés porque presenta la distribución de blancos de una fuerza defensiva alemana contra un ataque británico con blindados, incluyendo un aspecto curioso pues ordena emplear las unidades antiaéreas en función anticarro y asigna a la infantería la función de defensa contra aviones. Además, afronta con muy pocos tapujos la posibilidad de bajas por fuego amigo, considerando más importante la destrucción de los carros de combate enemigos que se hayan internado dentro de la posición defensiva.
Carros de combate Matilda
TRADUCCION DE LAS ÓRDENES EXPEDIDAS A LA 90 LEICHTES DIVISION PARA LA DEFENSA DE SOLLUM, ÁFRICA, EN EL VERANO DE 1941.
I. Consideraciones básicas.
La división defenderá su sector asignado. Así, cada hombre deberá mantener la posición confiada, contra todo tipo de ataques, hasta el último cartucho, a pesar de lo que suceda en su flanco o de cualesquiera órdenes en contrario. Las posiciones son tan fuertes que no pueden ser tomadas si cada hombre cumple con su deber.
Como el frente a defender es discontinuo, cada subsector, y consecuentemente cada punto fortificado dentro de estos, y finalmente cada posición individual, deben ser capaces de defenderse en todas direcciones.
Si el enemigo tuviera éxito rompiendo a través de las brechas entre subsectores, o rodeándolos, cada subsector continuará defendiendo su posición hasta el final. Si el enemigo, de hecho, se interna en uno de los subsectores, entonces cada punto fortificado y cada posición individual serán defendidas, y el enemigo será destruido por el fuego concentrado de todas las armas, o por una atrevida carga frontal a la bayoneta.
Bahía de Sollum 1941
El objetivo de la lucha en el frente de Sollum es destruir al enemigo atacante; alternativamente, se le deben infligir las mayores pérdidas posibles; el enemigo debe ser confundido y retrasado para dar al cuerpo acorazado una oportunidad favorable de destruirlo completamente.
Como la lucha principal será contra carros de combate enemigos, la defensa debe organizarse en torno a las defensas anticarro. Las necesidades de los anticarro tendrán prioridad sobre las demás, y las mejores posiciones serán reservadas para las armas anticarro. Es más, defensa anticarro no solo se refiere a las posiciones defensivas de las armas anticarro (antiaéreos, y cañones y fusiles anticarro), sino que también se refiere a las posiciones de cualquier arma que tenga alguna posibilidad de participar con éxito en la defensa anticarro. Los carros de combate enemigos son el blanco más importante para todas las armas. Las armas no empleadas en la función de defensa anticarro se encargarán de defender a las armas empleadas en la defensa anticarro.
II Durante el combate.
En caso de ataque de carros de combate hostiles la batalla se dividirá más o menos en las siguientes fases (aunque estas podrán, obviamente, solaparse)
Fase 1
Las piezas antiaéreas y anticarro abrirán fuego contra los carros de combate atacantes a las distancias más favorables. El mayor calibre de fuego será reservado para las concentraciones de carros de combate y para los vehículos acorazados de combate que ataquen a través de los huecos en los campos de minas.
La artillería seleccionará como blanco principal cualquier artillería enemiga que acompañe a los carros de combate, especialmente los cañones que estén abriendo fuego. Si no hay artillería enemiga, la nuestra se unirá a las concentraciones de fuego contra las masas de carros de combate.
La infantería entablará combate, con las ametralladoras y fuego de fusilería, contra los aviones enemigos que estén suministrando apoyo a baja altura al ataque. En esta fase esta no será la misión de las piezas antiaéreas.
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