Posiblemente la batalla terrestre más importante de la historia de las islas británicas, abrió paso a la conquista Normanda.
En 1066 el duque Guillermo de Normandía era probablemente el noble más poderoso de Francia. También tenía pretensiones al trono inglés. Ya en 1064, el conde de Wessex, Harold Godwinson, principal consejero y cuñado del rey inglés Eduardo el Confesor, había llegado a Normandía para confirmar a Guillermo como sucesor de este último, aunque después dijera que su barco había encallado en la costa normanda debido a las tormentas.
En cualquier caso, Guillermo obtuvo de Harold un compromiso jurado en el que éste lo reconocía como sucesor y le prometía su ayuda para hacerse con la corona. A su regreso a Inglaterra, Harold se vio enfrentado a su hermano Tostig, que lideró un levantamiento popular contra Eduardo. Tostig fue derrotado y tuvo que exilarse con su familia. Su cuñado Balduino de Flandes, suegro y aliado de Guillermo, le dio cobijo.
En enero de 1066 murió el rey Eduardo, encomendando su reino y familia a Harold. Los principales nobles ingleses se reunieron en el Witan o asamblea de hombres sabios y lo eligieron rey de Inglaterra. Cuando esta noticia llegó a oídos de Guillermo, se decidió a preservar sus pretensiones al trono con todos los medios a su alcance. Envió emisarios al ahora Harold II exigiéndole que cumpliera lo prometido. En realidad, Harold ostentaba una situación débil: Inglaterra estaba desunida y Harold no estaba en la línea de descendencia real.
Dos influyentes condes del norte de Inglaterra se negaron a reconocerlo. Harold se ganó a uno de ellos casándose con su hermana, y en abril se aseguró el reconocimiento a su corona. Sin embargo, la posición de Guillermo seguía siendo muy poderosa. No solo gobernaba el rico ducado de Normandía, además sus alianzas con prominentes nobles franceses eran sólidas y gozaba de buena opinión en el resto de Europa, donde imperaba la idea de que Harold II era un usurpador.
Guillermo aisló a Harold en el terreno diplomático e incluso se aseguró el apoyo del Papa Alejandro II. Para debilitar aún más la posición de Harold, Guillermo animó a Tostig a afectar incursiones en la costa inglesa. Aunque Harold derrotó a Tostig y lo obligó a reembarcar, las incursiones tuvieron un efecto inesperado, porque inclinaron a Harold a pensar que la invasión de Guillermo era inminente.
El ejército de Guillermo se basaba principalmente en la caballería y una veteranía probada en varias campañas militares. Sus armas principales eran la lanza, la espada y la maza. Los hombres iban protegidos por escudos y cascos, y muchos vestían cotas de malla. Guillermo tendría que requisar barcos para transportar a sus hombres y caballos a Inglaterra. Y luego estaba lo caprichoso de los mares de aquellos parajes de cara a un cruce del canal.
Harold II de Inglaterra representado en el tapiz de Bayeux
Eduardo había disuelto su pequeña flota, así que Harold tuvo que reunir y aprestar para la guerra varios navíos de pesca y de transporte para hacer frente a la invasión normanda. En cuanto a su ejército, Harold solo podía confiar en un pequeño grupo de soldados profesionales. Solo con dificultad podría reunir una fuerza de vasallos mayor, a la que solo se podría pagar durante dos meses.
Muchos de sus soldados profesionales iban montados, pero la mayor parte de su ejército iba a pie. Sus hombres estaban armados con lanzas, jabalinas, espadas de doble filo y grandes hachas. Había arqueros, pero todavía en número muy reducido. Según se puede apreciar en el tapiz de Bayeux, los soldados anglosajones iban ataviados de la misma forma que los normandos.
Harold movilizó a sus fuerzas terrestres y navales y las mantuvo en alerta durante todo el verano. A finales de septiembre se había acabado el plazo por el que habían acudido a filas y el dinero para las pagas. Nada más disolverse las fuerzas inglesas le llegaron noticias a Harold de que el rey noruego Harald Hardrada, acompañado de Tostig, había invadido el norte de Inglaterra.
Las fuerzas noruegas desembarcaron de 300 barcos en la costa cercana a York el 18 de septiembre de 1066. Dos días más tarde los invasores derrotaron a las fuerzas inglesas de los condes de Edwin y Morcar en Gate Fulford. Harold marchó de inmediato al norte con las fuerzas que aún conservaba, y el 25 de septiembre derrotó a los noruegos en la batalla de Stamford Bridge. Tanto Harald Hardrada como Tostig murieron en el envite, y apenas quedaron noruegos para embarcar en doce barcos, a los que se les permitió regresar a Noruega.
Parecía que Harold podría retirarse por fin a celebrar la victoria y a disfrutar de su reinado, pero Guillermo de Normandía no se lo iba a poner tan fácil.
SIGUE EN Guillermo el Conquistador y la Batalla de Hastings (1066) – Parte II