Operaciones de armas combinadas: la 80.ª División de Infantería cruza el río Mosela (V).

Operaciones de combate: el cruce del Mosela (I)

Las dificultades de la 80.ª División de Infantería durante el primer intento de cruzar el río Mosela comenzaron con una comprensión deficiente del despliegue enemigo en la defensa del río Mosela. El teniente coronel Richard R. Fleisher, G-2 de la 80.ª División de Infantería, proporcionó un análisis contradictorio de dicho despliegue. Predijo que la artillería alemana «esperaría hasta que se acercaran los elementos [de reconocimiento estadounidenses], [para posteriormente] disparar y retirarse», y que «no se esperaba fuego de armas ligeras [al oeste] del [río] Mosela». Paradójicamente, también predijo que la división se encontraría con fuerzas enemigas atrincheradas en la orilla oriental del Mosela, y que el enemigo había emplazado posiciones fortificadas en casi todos los lugares importantes del plan del XII Cuerpo: Pont-à-Mousson, Toul, Nancy y Forêt de Haye.

Eddy también se esforzó en determinar el despliegue y la fuerza del enemigo. Creía que la 80.ª División de Infantería se enfrentaba a poca resistencia enemiga en la línea del Mosela. Durante una visita al 317.º Regimiento de Infantería, declaró al coronel Cameron y al comandante James Hayes, mientras contemplaba el Mosela, que «no hay alemanes por ahí». Sin que Eddy lo supiera, la 3.ª División de Granaderos Panzer ocupaba la orilla occidental del Mosela en un sistema defensivo preparado; su reciente traslado de Italia a Lorena situó a tropas probadas en combate frente a la 80.ª División de Infantería. A pesar de la falta de ingenieros y blindados, el despliegue de la 3.ª División de Granaderos Panzer reflejaba su determinación a luchar. Por el contrario, sin que «ninguna de las unidades [hubiese] visto aún el río y el terreno circundante o [sin que tuviese] idea alguna de la situación del enemigo», la 80.ª División de Infantería se abrió camino con dificultad en su ataque inicial, destinado a cruzar el río Mosela.

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Cómo perdió Siria el Grupo Wagner

A pesar de la muerte de su antiguo líder, el Grupo Wagner sigue operando en algunas partes del mundo. En Siria, sin embargo, su presencia se ha evaporado hace mucho tiempo. ¿Qué salió mal?

El Grupo Wagner, una empresa militar privada (PMC) financiada por el Estado ruso, se desplegó en Siria en 2015 y estuvo allí durante seis años. Su papel en el conflicto del país quedó claramente de manifiesto en la batalla de Khasham en febrero de 2018, en la que una fuerza mixta de mercenarios wagneritas y milicianos sirios intentó arrebatar el control de un campo petrolífero al ejército estadounidense y sus milicias aliadas. Los wagneritas y sus aliados sufrieron graves daños tras un intenso bombardeo aéreo y de artillería norteamericano, y el incidente se consideró muy desconcertante en un momento en el que los acuerdos para desescalar el conflicto entre Estados Unidos y Rusia seguían vigentes. De hecho, la pregunta clave sobre el incidente es si el mando ruso en Siria estaba al tanto del plan de los wagneritas o no. El jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, afirmó que el mando ruso lo sabía, mientras que este último negó tener conocimiento, de ahí las afirmaciones de Prigozhin y sus partidarios de que, ya para entonces, un celoso Ministerio de Defensa ruso estaba tratando de socavar a Wagner.

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Operaciones de armas combinadas: la 80.ª División de Infantería cruza el río Mosela (IV)

Un poco de contexto: aproximación al río Mosela

Tras su experiencia inicial en combate en Argentan, a la 80.ª División de Infantería le tocó cruzar el río Mosela. En agosto de 1944, con el objetivo de poner fin a la guerra, el general Dwight D. Eisenhower ordenó una ofensiva hacia el noreste de Alemania como esfuerzo principal de las fuerzas aliadas en Europa. El 1 de septiembre, mientras la 80.ª División de Infantería establecía una cabeza de puente a través del río Mosa, Eisenhower asumió el control operacional directo de las fuerzas terrestres aliadas en Europa. Ordenó al Tercer Ejército de Patton que atacase por el eje Verdún-Metz a fin de sorprender, confundir y dispersar a los elementos del ejército alemán presentándoles múltiples dilemas.

La recepción de estas órdenes por parte del Tercer Ejército coincidió con unas condiciones operacionales difíciles para las fuerzas aliadas en Europa. La falta de distribución en la Zona de Comunicaciones, la base de suministros de las fuerzas aliadas en Europa, interrumpió el ritmo de las operaciones de todos los ejércitos aliados a finales de agosto y principios de septiembre. Las solicitudes de combustible del Tercer Ejército «se mantuvieron en 250.000 galones al día hasta el 26 de agosto, momento en que casi se duplicaron», y el Primer Ejército aumentó simultáneamente sus necesidades de combustible en pleno reto en todo el teatro de operaciones. Por tanto, el teniente general Omar N. Bradley «impuso repetidas restricciones a las operaciones del Tercer Ejército, autorizando sólo avances limitados con la idea de que las fuerzas del general Patton no se estirasen demasiado… y pusiesen en peligro la misión del grupo de ejércitos».

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César en Hispania. La batalla de Munda. Desperta Ferro Antigua y Medieval

La guerra civil entre Julio César y los optimates liderados por Pompeyo fue un conflicto decisivo que marcó el fin de la República romana. Hispania desempeñó un papel crucial en esta contienda, ya que se convirtió en el último bastión de la resistencia pompeyana tras la muerte de Pompeyo en Egipto. Sus hijos, Cneo y Sexto Pompeyo, intentaron reorganizar las fuerzas republicanas en la península ibérica, lo que llevó a la última gran campaña militar de César antes de su consolidación como dictador.

La guerra civil había comenzado en el 49 a.C., cuando César cruzó el Rubicón, desafiando la autoridad del Senado y de Pompeyo. Mientras Pompeyo y sus seguidores se retiraban hacia Grecia, César se dirigió a Hispania, donde los pompeyanos aún controlaban importantes legiones. En la campaña de Ilerda, César logró someter a los ejércitos de Afranio y Petreyo, asegurando temporalmente la península antes de enfrentarse a Pompeyo en Farsalia.

Sin embargo, tras la derrota y muerte de Pompeyo, sus hijos Cneo y Sexto reorganizaron la resistencia en Hispania. Cneo Pompeyo en particular, con el apoyo de los lugartenientes pompeyanos como Tito Labieno, consiguió reunir un ejército considerable de veteranos y reclutas hispanos. Su objetivo era restaurar la oligarquía senatorial y acabar con la dictadura creciente de César, cuya autoridad cada vez se tornaba más autocrática.

En el 46 a.C., tras su victoria en África contra los pompeyanos en la batalla de Tapso, César dirigió su atención a Hispania. La campaña culminó en la batalla de Munda (45 a.C.), en la que César enfrentó a un numeroso ejército pompeyano. Fue una batalla muy reñida, en la que las fuerzas cesarianas sufrieron un elevado número de bajas. Pero gracias a la disciplina de sus veteranos y a su propio liderazgo, César logró una victoria decisiva.

Uno de los fuertes de este número es el análisis del lugar exacto donde se libró la batalla de Munda, que sigue siendo objeto de debate entre los historiadores. Fuentes antiguas, como Apiano y Dion Casio, mencionan que la batalla tuvo lugar en un terreno elevado de la Bética, pero no ofrecen una localización precisa. También se habla de la zona de Monda, en la provincia de Málaga, pero investigaciones más recientes sugieren que el campo de batalla podría haber estado en la campiña de Osuna (Sevilla), donde se han hallado restos arqueológicos y glandes de plomo que coinciden con los de la época. Algunos estudios también han propuesto otras ubicaciones en la provincia de Córdoba, como Montilla o La Lantejuela. La falta de pruebas concluyentes sigue manteniendo abierta la discusión sobre el emplazamiento exacto de la última gran batalla de la guerra civil entre César y los pompeyanos.

La campaña de César en Hispania marcó así el último gran esfuerzo de los republicanos por restaurar el viejo orden senatorial. Sin embargo, la guerra civil no solo destruyó la oligarquía republicana, sino que allanó el camino para la instauración del Imperio con el ascenso de Octavio Augusto.

César en Hispania. La batalla de Munda. Desperta Ferro Antigua y Medieval

¿Será 2025 una repetición de 1938 para Europa?

Resulta tentador comparar ambos años. Cualquier acuerdo que Trump negocie con Putin puede tener características similares al de Múnich: tierra por paz temporal. Occidente ya ha debilitado su posición negociadora al retirar de la mesa el ingreso inmediato de Ucrania en la OTAN. Por tanto, ¿qué ocurrirá si Putin reanuda su ataque dentro de uno, tres o cinco años?

En una conferencia celebrada en diciembre en la Chatham House de Londres se volvió una y otra vez sobre la idea de que Europa estaba reviviendo un momento de 1938. En cierto sentido, podría ser una comparación válida. Cuando el Primer Ministro británico Neville Chamberlain voló a Múnich en septiembre de ese año y vendió parte de Checoslovaquia a cambio de «la paz en nuestro tiempo», hubo un momento en el que gran parte de Europa creyó que podría escapar de una guerra con Alemania. Esa ilusión sólo duró seis meses.

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Operaciones de armas combinadas: la 80.ª División de Infantería cruza el río Mosela (III)

Entrenamiento para operaciones de armas combinadas

La 80.ª División de Infantería se entrenó en las tácticas y técnicas contempladas por esta doctrina en tres grandes centros de entrenamiento de la AGF. El 7 de diciembre de 1942, la AGF cursó una directiva a todos los campos de maniobras de Luisiana, Tennessee, Virginia Occidental, Oregón y el DTC, prescribiendo los siguientes ejercicios:

a. Movimiento hasta el contacto, combate de encuentro y acción agresiva por ambas partes.

b. Combate de encuentro, acción agresiva de una fuerza mayor y retirada de una fuerza pequeña.

c. Acción agresiva contra una fuerza de cobertura, con vistas a forzarla a retirarse a través de un obstáculo.

d. Ataque y defensa de una línea fluvial, con el objetivo del atacante de conseguir el cruce de sus elementos principales.

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La guerra de las trincheras: El frente occidental en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) Parte I (1914-16)

Una de las cosas por las que ha destacado el panorama literario de la Historia Militar en español en 2024 ha sido la publicación de este libro por nuestro amigo y colaborador de esta casa Ismael López Dominguez en la editorial Ático de los Libros. La Guerra de las trincheras es un monumental estudio de las operaciones militares del Frente Occidental de la Primera Guerra Mundial a nivel operacional con tintes estratégicos.

Desde el primer momento, el frente occidental de la Primera Guerra Mundialfue, quizá, el escenario más crucial y devastador del conflicto. Entre 1914 y 1916, las fuerzas de la Triple Entente (en concreto, Francia y Reino Unido) se enfrentaron a los ejércitos del Imperio Alemán en una guerra que devino estática tras el agotamiento de la guerra de maniobra inicial. La reina de la batalla sería la trinchera. La guerra se compone de una sucesión de ofensivas en las que los contendientes tratan de romper las líneas del contrario y los generales se van sucediendo con sus «ideas ganadoras» triunfantes en los corrillos políticos de palacio.

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